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Lo que debes revisar en la etiqueta de la mermelada para saber cuál es la más saludable
El tipo de edulcorante utilizado y el porcentaje de fruta es esencial para saber cuál es el bote de mermelada más sano
Unas tostadas con mermelada son un indiscutible buen comienzo para un día largo y tedioso, pero, por mucho que nos guste la mermelada (¿¡Cómo no nos va a gustar!?), es un producto que, debido a su altísimo contenido en azúcar, debemos tomar con ... moderación. «Hay tener en cuenta que la receta clásica de la mermelada lleva la mitad de peso en fruta y la otra mitad con azúcar. Por este motivo, aunque su origen fuera casero, se desaconseja su consumo de forma regular», explica la dietista-nutricionista Ana Amengual, del centro Júlia Farré .
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Pero, aunque esta sea la receta tradicional, no siempre se cumple. Comenta la dietista-nutricionista María Eugenia Fernández ( @meugenia84 ) que, legislación española establece que las mermeladas deben contener un mínimo de 30% de fruta, y es cuando se eleva este porcentaje al 50%, cuando se considera que es de «calidad extra». «De este modo, aquellas que contenga un 50% de fruta serán más saludables que aquellas que tengan un porcentaje inferior», apunta.
¿Es sana la mermelada «light»?
En un primer vistazo, puede parecer que las mermeladas etiquetadas en el mercado como «light» puedes ser más saludables pero, dice Ana Amengual, «que sea "light" no significa que no tenga azúcares añadidos o que no tenga calorías. Quiere decir que tiene menos que el producto de referencia». «En muchas ocasiones las mermeladas "light" llevan azúcar añadido y para acabar de endulzar un edulcorante acalórico. Hay pocas en el mercado que estén hechas únicamente con la fruta, edulcorante acalórico (que no aporta calorías ni azúcares) y antioxidantes», explica la profesional.
Aun así, como en casi todos los casos, siempre podemos decantarnos por una mermelada que sea un poco más saludable que el resto, aun con un alto contenido en azúcar. Para Ana Amengual, lo ideal sería hacer una versión saludable en casa en forma de compota de fruta . Para ello, la fruta debería estar hervida con canela o anís, para endulzar, y después añadir frutas desecadas, canela, o edulcorantes acalóricos como sacarina, eritritol o estevia. La recomendación de María Eugenia Fernández, para preparar esta versión «saludable» en casa, es que elijamos fruta de calidad y en su punto justo de maduración . «También se puede hacer mermelada de todo tipo de hortalizas (zanahoria, calabaza, cebolla, pimientos, tomate…), e incluso de frutos secos como castañas», cuenta la nutricionista, que advierte que, en ningún caso, «las mermeladas de frutas pueden sustituir a las frutas» , pues sus valores nutricionales no tienen nada que ver. «La fruta entera, además de aportar importantes nutrientes, vitaminas, fibras y minerales, reduce los azúcares añadidos», explica.
¿En qué debemos fijarnos en la etiqueta de la mermelada para llevarnos la mejor a casa?
Si no la preparamos en casa, y vamos a comprar mermelada en el supermercado, teniendo en cuenta que nos encontramos ante un producto muy alto en azúcares, comenta Ana Amengual que debemos fijarnos en tres cosas a la hora de mirar su etiqueta :
1) Que en el listado de ingredientes, aparezca el nombre de la fruta que de nombre a la mermelada co mo primer ingrediente . Evita que aparezca azúcar, fructosa, glucosa, jarabe, u otra forma de azúcar como primer ingrediente.
2) Es posible que contenga algún antioxidante (como ácido cítrico) o algún espesante como pectina. «Esto no supone nada malo, pero si es mermelada de fresa y contiene el colorante E-120 o ácido carmínico o carmín, deberías saber que es un insecto. Tampoco es algo negativo para la salud, pero no está de más saber de dónde vienen las cosas», dice la nutricionista.
3) Es preferible que contenga xilitol , sorbitol, aspartamo, estevia u otros tipos de edulcorantes de este tipo, que azúcar, miel, jarabes, siropes o fructosa.
La recomendación de consumo para primer por elegir la más «saludable» dentro de las opciones. Recuerda María Eugenia Fernández que esta sería la que contenga un 50% o más de fruta, aunque su primera elección «sería una conserva de fruta casera, con hasta un 70-75% de fruta». Respecto a la frecuencia de consumo, apunta que entre una y dos cucharadas de postre «entraría dentro de un margen apto para una alimentación saludable» . Para terminar, Ana Amengual deja dos opciones saludables para sustituir la mermelada. Si hablamos de una tostada, podemos añadirle la fruta troceada con una base de queso fresco o de crema de frutos secos 100% o de tahín por ejemplo. También, se puede hacer una compota de frutas solo con fruta, a la que podemos añadir canela.