Todo lo que destroza los dientes en verano: no, lo peor no es el cloro de la piscina

No se trata, sin embargo, de hidratarse con cualquier bebida pues, como matiza la odontóloga, el abuso de bebidas azucaradas puede ser aún más perjudicial, si cabe para los dientes, ya que las bacterias de la boca se alimentan de azúcares y producen ácidos que erosionan el esmalte y provocan caries. Y algo similar sucede con las bebidas con gas, pues el ácido carbónico, que es lo que aporta su efervescencia y sus burbujas, igualmente puede resultar agresivo para el esmalte dental.

También los alimentos ácidos como las frutas cítricas, el tomate y las vinagretas pueden resultar perjudiciales para el esmalte, si bien la odontóloga aclara que no deben dejar de consumirse pues aportan muchos beneficios para el resto del organismo. Así, lo que debe tenerse en cuenta en el caso de que se consuman a menudo, es el reforzar la higiene dental.

Un consejo que da la experta en los casos en los que la persona esté fuera de casa y haya olvidado el cepillo de dientes o no lo lleve consigo es masticar un chicle sin azúcar tras la ingesta de esas comidas o bebidas agresivas, pues la salivación servirá para atenuar el efecto del agresor. Eso sí, la odontóloga aclara que esto en ningún caso serviría para sustituir el cepillado.

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La solución más sencilla, no obstante, para evitar tanto la deshidratación como el daño al esmalte es consumir agua, según propone la experta.

Algunas actividades veraniegas pueden también llegar a poner en riesgo la salud bucal. Es el caso de deportes acuáticos que impliquen bucear o nadar pues, según argumenta Moreno, los oídos inflamados pueden afectar a la dentadura debido a la conexión de los senos paranasales con el sistema nervioso que rodea la mandíbula.

"La deshidratación provoca sequedad en las encías y la proliferación de bacterias en la cavidad bucal, lo que aumenta la prevalencia de caries y de enfermedad periodontal"

Cristina Moreno

Odontóloga

El surf, el kayak o incluso los deportes de contacto como el fútbol o el voleibol playa pueden también provocar lesiones en los dientes y las encías debido a los golpes o impactos que se puedan sufrir durante la práctica. La solución que propone la experta en estos casos consiste en usar protectores bucales y actuar de forma precavida.

Para proteger la salud dental debe reducirse o incluso eliminarse el consumo de bebidas azucaradas, alimentos ácidos (frutas cítricas, los tomates y las vinagretas) y alimentos pegajosos como caramelos, chicles o gominolas. El riesgo que conllevan estos últimos productos es que pueden quedarse adheridos a los dientes por un período prolongado, lo que favorece la proliferación de bacterias y aumenta el riesgo de caries.

Por otra parte, como destaca la odontóloga, los alimentos duros como los frutos secos pueden provocar rotura de piezas.

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Merece capítulo aparte el alcohol, ya que su consumo excesivo puede provocar deshidratación en la boca, lo que da lugar a una mayor proliferación de bacterias y a un aumento del riesgo de caries y enfermedades periodontales.

Algunos alimentos que contribuyen a favorecer la salud dental son el agua, la leche, las bebidas de frutos secos no azucaradas y las frutas y verduras frescas, ya que aportan nutrientes esenciales para los dientes y las encías.

Una de las señales que indican que algo no va bien en nuestra dentadura es el dolor. Así, la experta explica que, si es constante y agudo eso puede ser síntoma de una infección o lesión que ha de ser tratada por un especialista, ya que si no se trata a tiempo, ésta solo puede ir a peor.

Otro señal sería la sensibilidad dental, que es la sensación de dolor o de molestia en los dientes cuando se exponen a temperaturas extremas, alimentos ácidos o dulces. «Puede ser un signo de esmalte dental desgastado, caries o enfermedad de las encías», revela Moreno.

Las encías inflamadas o sangrantes son señales de que padecemos una enfermedad de las encías, que es una infección bacteriana que puede causar pérdida del hueso o incluso de los dientes, si no se trata.

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También los dientes fracturados o rotos, ya sea por el resultado de una lesión en la boca, caries avanzada o una masticación excesiva; son indicadores de una mala salud dental.

Otro de los signos es el mal aliento persistente porque puede indicar que existe una infección o enfermedad de las encías.

Por último, los cambios en la apariencia de los dientes, como manchas, decoloraciones o dientes oscurecidos también son signos que se deben atender, ya que pueden indicar que se sufre caries dental, enfermedad de las encías o envejecimiento natural.