Cremas de verduras envasadas: cómo elegir la mejor del supermercado

Es cierto que dedicando un poco de tiempo a la cocina puedes preparar una buena cantidad de crema de verduras que puedes refrigerar y guardar para consumir en los próximos días o incluso congelar para más adelante. Pero también existe la posibilidad de comprar en el supermercado cremas de verduras precocinadas o ya preparadas, que ya se ofrecen listas para calentar y consumir.

Se trata de alimentos procesados que, después del cocinado de sus ingredientes y de la preparación de la crema, han pasado por un tratamiento térmico para conseguir la esterilización y eso hace que se puedan conservar durante cierto tiempo sin que corramos el riesgo de que se estropee. Por eso la mayor parte de las cremas (de calidad) no necesitan conservantes, ya que han pasado por este tratamiento térmico (denominado pasteurización).

Aunque es cierto que podemos encontrar versiones que son más saludables, te recomiendo que no te confíes pues, como podrás sospechar no todas las cremas son de buena calidad. Saber elegir bien es fundamental. Por eso con estos consejos te voy a mostrar cuáles son los aspectos que debes revisar y qué debes consultar en la lista de ingredientes y en el etiquetado nutricional para optar por la más saludable. Veamos cada una de ellas:

Lo primero que tenemos que mirar en la etiqueta del producto al coger una crema en el supermercado es el porcentaje de verduras que aporta. Y para ello te recuerdo que las verduras deberían figurar en las primeras posiciones de la lista de ingredientes.

Huiremos de platos llamados como «crema de verduras» que contengan entre un 5 y un 10% de verduras, por ejemplo, y buscaremos aquellos que presenten cantidades mayores, cuanto mayor sea el porcentaje, mucho mejor.

Un punto importante en el que debemos fijarnos a la hora de elegir una crema de supermercado es la sal. Cuanta menos sal contenga mejor, ya que es un ingrediente perjudicial si se toma en exceso.

Como los listados de ingredientes están ordenados de más cantidad a menos cantidad de cada ingrediente en el producto, lo ideal es que esperemos que la sal se encuentre entre los últimos.

Además, otro lugar en el que fijarnos para descubrir si tiene o no mucha sal es la tabla de información nutricional, donde la sal tiene un apartado propio. Precisamente ahí es donde pondremos más atención para averiguar qué cantidad de sal aporta por cada 100g: si la crema presenta 1,25 g de sal por cada 100 g consideraremos que contiene mucha sal, y la evitaremos. Lo ideal sería que su cantidad de sal fuera de unos 0,25 g por cada 100 g de plato.

Hay que tener en cuenta que las recomendaciones actuales dictan que no habría que superar el consumo de 5 gramos de sal diarios en los casos en los que no haya ninguna patología, lo que nos lleva a pensar que si por cada 100 gramos se superase el gramo de sal con un solo plato estaríamos llegando posiblemente a la mitad o más del consumo diario que se aconseja.

Para que una crema sea de buena calidad debemos buscar aquellas que como grasa incluyan aceite de oliva o aceite de oliva virgen extra. Evitaremos siempre las cremas de verduras que incluya en su lista de ingredientes los aceites refinados, ya que estos no aportarán ningún beneficio para la salud.

Además, si las cremas contienen mantequilla, leche en polvo, nata o derivados tampoco serán una elección interesante.

En ocasiones las cremas preparadas presentan diferentes aditivos para conseguir potenciar el sabor, como por ejemplo el glutamato monosódico, que no será una opción interesante.

También pueden aparecer en las cremas de baja calidad añadidos de patata o almidón, algo que en realidad se hace par abaratar los costes y que hace que no haya tanta cantidad de verduras u hortalizas.

Las cremas que incluyen las acelgas entre sus ingredientes tienen unos niveles de nitratos altos, que no significa que no sean saludables, pero es cierto que en ese caso hay que tener cuidado con los niños, ya que no deberían consumirlas. Y lo mismo sucede con las personas de edad avanzada, ya que no deberían abusar de ellas.

Entonces, ¿Qué debería llevar una crema para que sea saludable? Una vez que hemos hablado de lo que no debería llevar y de todo aquello en lo que nos deberíamos fijar a la hora de elegir una crema de verduras envasada, es momento de preguntarse qué es lo que sí debe incluir una crema de verduras en su lista de ingredientes: el vegetal o los vegetales con los que ha sido elaborada (en el mayor porcentaje posible), aceite de oliva y sal (poca cantidad, como ya hemos visto).

¡No olvides que las apariencias engañan! Aunque veas una crema envasada en cristal que incluyas las palabras «ecológica», «bio» o similar, eso no significa que sean más saludable, sino que la procedencia de las verduras es ecológica y lo cierto es que también en este caso pueden llevar aditivos o ingredientes innecesarios.

En definitiva, aunque los reclamos publicitarios nos puedan resultar atractivos no podemos juzgar nunca a un producto sin mirar su lista de ingredientes.

Puedes saber más de Elisa Escorihuela a través de su cuenta de Instagram: @eliescorihuela , su labor en el Centro de Nutrición Nutt y en su libro 'Dietoterapia'. Además puedes leer todas las recomendaciones nutricionales que recogen sus artículos en ABC de 'Aula de nutrición'.