Caldos de huesos, sopas y cremas: qué tener en cuenta para que sean más nutritivos y beneficiosos

Sin embargo, para aumentar su valor nutricional, hoy te traigo unos pequeños trucos que podemos utilizar a la hora de su preparación para sacarles el máximo partido, según los distintos tipos de preparaciones.

En los últimos años, el caldo de huesos ha sido uno de los platos que ha ido alcanzando una gran popularidad, habiendo llegado a ser considerado a día de hoy como un tesoro nutricional para lidiar con muchas patologías y aportar a nuestro organismo una gran cantidad de nutrientes.

Y esto es gracias a que nos aporta una excelente fuente de colágeno y minerales como calcio, magnesio y fósforo. Lo cual hace que este caldo sea perfecto para cuidar la salud de nuestras articulaciones, el sistema inmunológico y la piel.

Lo único que tiene de malo es lo engorroso que se puede hacer su preparación, ya que para hacer un caldo de huesos rico y nutritivo, la clave está en la cocción lenta, alcanzando siempre que se puedan las 12-24 horas de cocción para que el colágeno y los minerales se liberen completamente en el agua. Además, podemos añadir un chorrito de vinagre de manzana o zumo de limón para ayudar a mejorar la biodisponibilidad de los nutrientes.

Con el mismo caldo de huesos previamente cocinado podemos preparar sopas nutritivas y equilibradas, reduciendo así el consumo de caldos comerciales con mayor contenido en sodio y aditivos como puede ser el glutamato monosódico.

Además, podemos añadirle una gran variedad de verduras y legumbres, enriqueciendo así nuestro plato de fibra, antioxidantes y vitaminas esenciales para fortalecer nuestro sistema inmune.

Para hacer nutricionalmente más completa nuestra sopa, podemos añadir también proteína animal o vegetal, imprescindible para la reparación celular y la construcción de tejidos, además de proporcionar una sensación de saciedad duradera.

Por último, podemos condimentar con especias aromáticas y hierbas, ya que no solo realzan el sabor de las sopas, sino que también tienen beneficios adicionales para la salud.

Si queremos hacerlas sin necesidad de partir de un caldo de huesos (para que la preparación sea más rápida) también podemos hacerlas, recordando utilizar variedad de huesos, verduras y, por qué no, hierbas aromáticas, siempre teniendo en cuenta que debemos partir de agua fría para que se cedan poco a poco los nutrientes al caldo. Ese es el gran secreto, además de la calidad de los ingredientes. Y las puedes tener preparadas en unas dos horas o también puedes usar una olla a presión para agilizar el proceso.

A menudo, se asocian con una textura más rica que las sopas. Además, suelen ser una buena estrategia para incluir las verduras en personas que no les terminan de gustar.

Aquí van algunos consejos para hacer cremas completas y saludables:

1. Como base, utilizaremos una gran variedad verduras frescas como calabacines, zanahorias, brócoli, coliflor, espinacas, calabaza o las que tengas por casa. De hecho, puede ser una genial opción para evitar el desperdicio alimentario. Estas verduras son una fuente de vitaminas, minerales y fibra, esencial para nuestra salud intestinal, ya que ofrecen una gran diversidad a nuestra microbiota.

2. Además, si queremos conseguir una textura más cremosa o un sabor más intenso, podemos añadirles un poquito de caldo, leche, bebida vegetal, yogur o queso fresco.

3. El secreto para que queden sabrosas es dorar las verduras con un poco de aceite de oliva antes de añadir el caldo o agua, verás como tus cremas pasan a otro nivel.

4. Después, al igual que con las sopas, podemos añadir una proteína animal como pollo desmenuzado o pescado, o proteína vegetal como algún tipo de legumbre o tofu, con la finalidad de hacerlas más completas, equilibradas y nos ayudarán a mantener una mayor sensación de saciedad.

Siguiendo pasos tan sencillos y optando siempre que sea posible por ingredientes frescos, naturales y de temporada, puedes transformar estas preparaciones en verdaderas fuentes de nutrientes que te ayudarán a beneficiar tu salud ósea, inmunológica, de la piel y digestiva.

Además, al preparar tus propios caldos y sopas en casa, tienes el control total sobre los ingredientes, lo que te permite disfrutar de platos sabrosos y saludables de manera fácil y económica. Aprovecha el invierno para preparar recetas reconfortantes y a su vez beneficiosas para tu salud.

Puedes saber más de la nutricionista Elisa Escorihuela a través de su cuenta de Instagram: @eliescorihuela , su labor en el Centro de Nutrición Nutt y en su libro 'Dietoterapia'. Además puedes leer todas las recomendaciones nutricionales que recogen sus artículos en ABC de 'Aula de nutrición'.