¿Qué cantidad de aspartamo es realmente peligrosa para la salud?

Los expertos creen que es seguro, pero no inocuo. Por eso insisten en no generar alarmas innecesarias: no se debe demonizar pero tampoco fomentar el consumo

Marcos de Quinto, exvicepresidente de Coca-Cola, carga contra la OMS por la incorporación del aspartamo como posible cancerígeno

Tipos de edulcorantes y cómo afecta al cuerpo cada uno de ellos

Aspartamo. Adobe Stock

En unos días (14 de julio, previsiblemente) el Centro de Internacional de Investigaciones sobre el cáncer de la Organización Mundial de la Salud (OMS) catalogará el edulcorante aspartamo, usado en refrescos, chicles y otros productos, como un un producto «posiblemente cancerígeno para ... los seres humanos» y la noticia ya ha levantado ampollas en la industria. La opinión más sonada ha sido la que ha manifestado en sus redes sociales el exvicepresidente de Coca-Cola España, Marcos de Quinto, quien ha expresado su rechazo ante esa posible decisión llegando a referise a la OMS como una institución «controvertida y al servicio de grandes farmacéuticas».

Mientras, los consumidores se hacen preguntas sobre lo que realmente implica para la salud este tipo de informaciones y se preguntan si hay que eliminar o no de la dieta los productos que contengan aspartamo (E-951). Sobre este punto Andrea Calderón, profesora de Nutrición de la Universidad Europea, aclara que en la actualidad no hay suficiente evidencia científica para considerar el aspartamo como perjudicial o cancerígeno, al menos en las cantidades lógicas o medias de consumo. Sin embargo aclara que esto no quiere decir que sea aconsejable consumir refrescos a diario. «Muchas personas consideran que los que no llevan azúcar son inocuos porque no aportan calorías, pero no es así si se abusa de ellos», aclara.

No es lo mismo seguro que inocuo y, como precisa Calderon, lo cierto es que no se conocen los efectos de los edulcorantes a largo plazo porque los estudios son aún poco consistentes. Así, la experta asegura que la cantidad segura de algunos edulcorantes es muy alta y que en el caso concreto del aspartamo permite cantidades equivalentes a entre 12 y 24 latas de refresco al día según el peso de cada persona, si bien aclara: es importante insistir en que seguro no significa inocuo para la salud.

En cuanto a la cantidad de aspartamo que podría considerarse supuestamente peligrosa para la salud la experta aclara que no existen tales referencias y lo que se conoce es la cantidad diaria «no segura». Esta equivaldría a una Ingesta Diaria Admisible (IDA) de 40 mg/kg de peso corporal por día), lo que supondría una ingesta diaria de unos 3 gramos, si la persona pesa unos 70 kilos. «Es cantidad es muy elevada y prácticamente imposible de consumir», precisa Calderón. Cabe recordar en este sentido que las ingestas máximas seguras están establecidas a nivel mundial por la JECFA (Joint FAO/WHO Expert Commitee on Food Additives) y en Europa por la EFSA (Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria).

Algunos chicles sin azúcar contienen aspartamo. adobe stock

¿Qué dice la industria?

Desde la Asociación Internacional de Edulcorantes (ISA) aseguran que confían en la rigurosidad científica de la revisión exhaustiva de seguridad alimentaria del aspartamo llevada a cabo por el Comité Mixto de Expertos en Aditivos Alimentarios (JECFA) de la FAO y la OMS y que esperan «ansiosos» la publicación completa de los resultados de dicha revisión en las próximas semanas. Eso sí, también los expertos de la ISA manifiesstan que tienen «serias preocupaciones» sobre las especulaciones preliminares de la opinión de la Agencia Internacional para la Investigación en Cáncer (IARC), las cuales podrían confundir a los consumidores acerca de la seguridad del aspartamo.

En este sentido, la Secretaria General de la Asociación Internacional de Edulcorantes, Frances Hunt-Wood, ha manifestado: «La IARC no es una entidad de seguridad alimentaria. Actualmente, el Comité Mixto FAO/OMS de Expertos en Aditivos Alimentarios (JECFA) está llevando a cabo una exhaustiva revisión de seguridad alimentaria del aspartamo, y no se pueden sacar conclusiones hasta que ambos informes sean publicados. El aspartamo es uno de los ingredientes más investigados en la historia, clasificado como seguro por más de 90 agencias de seguridad alimentaria en todo el mundo, incluida la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria, que llevó a cabo la evaluación de seguridad más completa del aspartamo hasta la fecha«.

Los matices importan

Por tanto, a la hora de valorar la dimensión de todo esto, la profesora de Nutrición precisa que en realidad no se trata de medir la cantidad que se consume de uno o de otro edulcorante, sino de tener en cuenta el contexto o la dieta global. «Si una persona come de forma saludable, en general e incluso con caprichos incluidos, ningún edulcorante generará daños en la salud porque los tomará de forma ocasional y tampoco abusará del azúcar, de las harinas refinadas o de las grasas saturadas. Pero si hablamos de alguien que toma diariamente refrescos, galletas edulcoradas y este tipo de producto, lo aconsejable es que modifique sus hábitos, tengan esos productos aspartamo, estevia, azúcar o cualquier otro endulzante», argumenta.

Por su parte, el profesor investigador de la Universidad Francisco de Vitoria (UFV) y divulgador científico en @nutreconciencia Miguel López Moreno, precisa que aún quedan muchas cuestiones por resolver en torno a las consecuencias de un consumo abusivo de edulcorantes, un compuesto cuyo consumo se ha generalizado en los últimos años. «Algunos trabajos sugieren que un consumo cronificado podría tener un impacto negativo sobre la microbiota, aunque la evidencia actual es limitada y se requieren más trabajos al respecto«, asegura.

Ese consumo abusivo de edulcorantes podría establecerse en base a la IDA citada anteriormente, si bien ésta es diferente para cada edulcorante. Sobre esto el profesor de la UFV apunta que, de forma llamativa, la dosis que puede ser ingerida cada día por un individuo durante toda su vida sin riesgo para la salud es mayor para edulcorantes con mala fama como el aspartamo o el acesulfamo K que la que se establece para edulcorantes como los glucósidos del esteviol. Ahora bien, el experto aclara que el poder endulzante de cada edulcorante es distinto y eso hace, por tanto, que la dosis necesaria para generar un dulzor similar dependa del edulcorante empleado.

Estos edulcorantes acalóricos se encuentran en productos publicitados como «sin azúcar», en los que se busca mimetizar las propiedades endulzantes de la sacarosa (azúcar tradicional) sin aportar energía. En este sentido, López Moreno sugiere que para encontrar la presencia de estos compuestos en un alimento se debe analizar la lista de ingredientes en la cuál debe indicarse el edulcorante en cuestión, siendo los más comunes el acesulfamo K (E-950), el aspartamo (E-951), el ciclamato sódico (E-952) y la sacarina (E-954).

¿Es cancerígeno el aspartamo?

Respecto a la futura declaración como posible carcinógeno por parte de la IARC, autoridad sanitaria vinculada a la OMS, López Moreno aclara que el dictamen evalúa si un compuesto determinado tiene potencial carcinogénico, no así la probabilidad de causar cáncer considerando los niveles de exposición. Así, la inclusión de aspartamo como «posible carcinógeno en humanos» (grupo 2 B) nos indica que existe evidencia limitada en humanos e insuficiente en animales. Esto quiere decir, según apunta López, que debe considerarse como un llamamiento para seguir estudiando los efectos del aspartamo sobre la salud, más que una prueba fehaciente de su efecto carcinógeno. «No debemos olvidar que la carne procesada y la carne roja se clasifican como carcinógeno (grupo 1) y probable carcinógenos en humanos (grupo 2 A), respectivamente», aclara.

Respecto a las cantidades seguras y a falta de nuevos estudios y recomendaciones el profesor investigador de la UFV coincide con la profesora Andrea Calderón en que deberíamos remitirnos a la Ingesta Diaria Admisible (IDA) establecida por la EFSA, que se establece en unos 40 mg/kg, equivalente a 12 refrescos con este edulcorante. Esta recomendación, no obstante, se encuentra en constante evaluación por lo que, según el experto, si se corroboran los posibles efectos para la salud es probable que dichas ingestas de consumo seguro se reduzcan.

No a las alarmas

La base de todo este argumentario es precisamente el que lleva a la experta a manifestar su preocupación sobre los mensajes alarmistas en torno a uno u otro aditivo o ingrediente. «Esto genera mucha desconfianza y hace que la gente ya no sepa ni qué comer. Si ahora alarmamos con el aspartamo como si fuera lo peor y nos centramos en él, la población que tome refrescos podría pasarse de vuelta a los que no llevan edulcorante pero tiene 40 gramos de azúcar por lata, que es una cantidad elevadísima», alerta.

Los edulcorantes son, a su juicio, una alternativa ocasional y puntual de transición para reducir el consumo de azúcar, pero no para mantenerlos en un consumo diario de por vida. Lo ideal para la salud es, según expresa, endulzar de forma natural con fruta cortada, cacao puro, canela o frutos deshidratados; o simplemente acostumbrar el paladar al sabor real de los alimentos.

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