Cómo preparar el ramen para que sea un plato completo y saludable

Otra de las ventajas de este plato según destaca la dietista-nutricionista Sara Jiménez , es un plato rápido y fácil de preparar, además ser una opción caliente, reconfortante, lleno de aromas y sabores. Precisamente este último punto es el que también destaca Magda Carlas, médico especialista y nutrición y autora de «La dieta puede esperar» : «La cocina oriental nos resulta atractiva porque usa condimentos muy distintos a los nuestros y unas elaboraciones muy simples con un resultado interesante. Además, la cocina japonesa ofrece sabores como el umami , que son poco habituales para nosotros».

El ramen es un plato que ha ido evolucionando y adaptándose en cada país a las exigencias y costumbres de la población. Tal como indica la experta del Centro Aleris , se puede servir tanto caliente como frío , con carne de cerdo, pollo o pescado, o totalmente vegetariano, así como con más o menos picante o más o menos dulce.

Aunque son muchas las variedades, mantiene algunos elementos básicos y son éstos en los que se basa Angélica Bugallo para explicar cuáles son sus beneficios . Así, se considera nutricionalmente un plato muy energético y completo, siempre que sigamos las recetas tradicionales y usemos ingredientes saludables.

El ramen aporta hidratos de carbono complejos , fibra , proteínas de calidad (carne, tofu, albóndigas vegetarianas, huevo , semillas de sésamo, fideos de soja o de guisantes) y grasas . Sobre estas últimas, la experta en nutrición indica que lo ideal es agregar carnes magras (en lugar de carnes con grasas saturadas) y usar en la preparación aceite de oliva virgen extra y no manteca o mantequilla.

Otro de sus beneficios, según precisa Sara Jiménez, es que al ser muy rico en verduras también es rico en antioxidantes , que ayudan a «eliminar los radicales libres del organismo».

Para las nutricionistas consultadas el ramen puede ser un plato único, por su valor nutritivo. Y además Magda Carlas destaca el hecho de que, al ser un hervido , es un plato muy digestivo . Eso sí, aclara que para elaborar un ramen saludable se debe moderar la dosis de condimentos que puedan aportar sal y carnes grasas y evitar tomar el caldo demasiado caliente.

Además, el caldo hecho con hueso de cerdo, pollo o ternera es posible encontrar un aminoácido llamado glutamina que usan las células intestinales y del sistema inmunológico, con lo que también ayuda a aumentar las defensas y a mejorar la salud intestinal. Pero para conseguir este aporte, según explica la experta del Centro Aleris, el caldo debe cocinarse a fuego lento y prolongado.

En cuanto a los complementos usados, el miso sin pasteurizar ayuda a mejorar la microbiota intestinal, además de aportar proteínas de alto valor biológico. Y el bambú, que también es frecuente en este plato, aporta fibra, potasio (que ayuda a regular la presión arterial) y silicio (con efectos beneficiosos para los huesos). Otro «clásico» del ramen es el uso de las semillas de sésamo, que es una de las fuentes principales de calcio de origen vegetal, además de aportar grasas saludables (omega 6 y omega 9).

También el jengibre suele añadirse a este plato, aportando así propiedades antiinflamatorias.

Lo ideal a la hora de cocinar el ramen es usar ingredientes frescos y de calidad que preserven sus propiedades nutricionales, evitando productos instantáneos o ingredientes con un alto contenido de sal, azúcar o glutamato monosódico añadidos.

Existen múltiples versiones de ramen y la receta tradicional indica que ha de cocinarse durante varias horas para que los ingredientes desprendan su grasa, minerales y proteínas dando como resultado un caldo espeso y con gran sabor, según precisa Bugallo. Sin embargo, para Magda Carlas el caldo más saludable es el que se elabora a base de verduras acompañado con un poco de miso . Respecto a los complementos o «toppings» elige el huevo duro, las verduras, el tofu y las setas shiitake, además de una cucharadita de semillas de girasol tostadas o un poco de sésamo.

Cuenta Angélica Bugallo que, si has probado un ramen tradicional, recordarás el grosor y la elasticidad característica de sus fideos. «Esto se logra por la presencia de un preparado mineral alcalino que aporta una elasticidad y textura diferentes. Pueden ser preparados con harina de trigo o trigo sarraceno o alforfón o arroz o guisantes o maíz o soja (incluso pueden ser combinaciones)», explica. Sin embargo, la experta aconseja buscar los que sean de harina integral y no refinada, para garantizar el aporte de fibra.

Además, la experta destaca que este plato es una buena opción para los celíacos o con sensibilidad al gruten, ya que pueden elegir fideos de trigo sarraceno , de arroz integral (ricos en fibra, vitamina B y minerales como selenio y magnesio) de alforfón, de guisantes o de soja (ambos con proteína de alto valor biológico y perfectos para veganos o vegetarianos), pues todos están libres de trigo.

En cuanto a los gustos, texturas y sabores , la médico experta en nutrición Magda Carlas apunta que los fideos soba o los fideos integrales pueden ser buenas opciones para aquellas personas que sean más voraces y que adoran comer. Aquellas personas con digestiones más complicadas podrían optar por fideos de arroz o los fideos shiratake sin gluten, mientras que aquellas que prefieran los sabores sutiles sería más adecuado que comprasen los fideos típicos del ramen, con un color dorado y un sabor delicioso.

La inmensa variedad de «toppings» que se puede elegir dependerá del país, la región y los gustos del cocinero, aunque lo tradicional es usar productos de la granja o de la huerta local. En Japón suelen añadir trozos de carne de cerdo, o pescado, o mariscos y huevo cocido. Pero para conseguir una versión más ligera podemos optar por carnes magras o alimentos vegetarianos como tofú o tempeh. El bambú, las setas, las semillas de sésamo, el cebollino, el perejil, las coles de Bruselas y la lombarda suelen ser complementos habituales.

Según Sara Jiménez, para preparar un ramen saludable habría que sustituir los fideos blancos por unos integrales; la carne por derivados vegetales con proteínas como el tofu, la soja o el seitán; y que el aporte de verduras fuera el protagonista del plato.