Cómo evitar el desperdicio de alimentos durante la cuarentena

Para minimizar el desperdicio , es importante tener en cuenta varias cosas: cómo almacenamos la comida , cómo la conservamos o cómo la cocinamos influye en el aprovechamiento final. Helena Calvo, profesional de la app «Too Good To Go», centrada en la lucha contra el desperdicio de alimentos, nos da consejos para sacarle el máximo partido a nuestra compra y evitar el desperdicio de alimentos.

Uno de nuestros objetivos principales es evitar que los alimentos se nos pongan malos una vez cocinados o sobrepasen su fecha de caducidad. Para evitarlo, Calvo explica que lo más importante es prevenir. «Ahora que tenemos tiempo es importante hacer una buena planificación de los menús ya que, a parte de facilitar una dieta equilibrada, podremos hacer una lista y saber qué comprar para toda la semana », apunta y añade que de ese modo, será más difícil que ciertos alimentos queden olvidados en el fondo de nuestras neveras o despensas.

Asimismo, comenta la experta que es esencial leer las etiquetas de los productos , «ya que a menudo incorporan indicaciones de cómo almacenarlos y cómo alargar su vida una vez abierto el paquete».

En el caso de los alimentos frescos, también debemos seguir algunas indicaciones para alargar su vida lo máximo posible. «Por lo general, las frutas y verduras deben guardarse en los cajones de la nevera (excepto frutas tropicales como los plátanos o la piña) y consumirse entre dos y siete días después de comprarlas», explica Helena Calvo. También nos da pequeños trucos caseros que pueden ayudar a una mejor conservación de ciertos productos.: uno muy sencillo es poner el tallo del brócoli, las zanahorias o espárragos en remojo. «Esto nos va a ayudar a mantenerlos tan frescos como el primer día por más tiempo», dice.

Por otro lado, recomienda que los productos como la carne y el pescado es mejor ubicarlos en los estantes inferiores , así como comenta que importante identificar aquellos alimentos frescos que no podremos consumir en un periodo corto de tiempo y congelarlos en porciones para asegurarnos de mantenerlos por más tiempo.

A la hora de congelar, lo mejor es hacerlo con los alimentos más frescos posible, o recién hechos. «Eso sí, todavía no pueden estar calientes», advierte Helena Calvo. «Si lo hacemos así, por ejemplo con una rebanada de pan que todavía está crujiente, al descongelarla y tostarla un poco seguirá muy rica», apunta.

También es importante a la hora de congelar, hacerlo de forma que luego nos sea fácil de consumir una vez se descongelen esos alimentos; eso sirve tanto para los alimentos cocinados –en envases con el equivalente a lo que se comen una o dos personas–, como para alimentos como las frutas y verduras: lavadas, cortadas y peladas para usar directamente en smoothies, cremas o sofritos-.

La experta comenta que, para descongelar, lo ideal es planificar con suficiente tiempo como para que los alimentos se descongelen de forma gradual en la nevera. Una vez descongelados, es preferible consumirlos en las siguientes 24 horas y solamente se podrá volver a congelar si se ha cocinado por completo.

Sobre la conservación de alimentos ya cocinados, dice Helena Calvo que «está comprobado que es menos probable que acabemos desperdiciando alimentos que ya están cocinados: les hemos dedicado tiempo, esfuerzo y amor». La mejor manera de guardar estos alimentos en tuppers y, a la hora de colocarlos en la nevera , lo mejor es dejarlos bien a la vista y en los estantes superiores. «Si prevemos que no vamos a consumirlos en un periodo corto de tiempo, lo mejor es congelarlos añadiendo una pequeña nota con el contenido y fecha de congelación para disfrutarlos más adelante», concluye.