Alimentos diuréticos: lo que nos ayuda a eliminar la retención de líquidos

Sensación de hinchazón, aumento de peso... la retención de líquidos puede ser muy incómoda y tener su origen en multitud de causas. Leila Pérez Venturino, responsable del servicio nutrición y dietética del hospital Vithas Vitoria explica que este fenómeno puede deberse a múltiples causas, entre ellas: problemas circulatorios o cardiovasculares, insuficiencia renal o hepática; alteración hormonales como en el caso del embarazo o la menopausia, así como sobrepeso y obesidad; mala alimentación –como el consumo elevado de sal– o mala hidratación . También, si pasamos periodos largos de tiempo de pie o sentada o tomamos anticonceptivos podemos ser más propensos a sufrirla.

A través de la alimentación es una de las maneras más eficaces de combatir la retención de líquidos. Para ello debemos incluir en nuestra dieta alimentos diuréticos , que explica Pérez Venturino, son aquellos que «nos ayudan a regular el desequilibrio hidroelectrolítico que provoca la retención de líquidos». «En líneas generales los alimentos que cumplen con estas propiedades son los contienen un alto contenido de agua y minerales, como el potasio y el magnesio», apunta la profesional.

La nutricionista María Eugenia Fernández enumera algunos de los alimentos con estas propiedades: «Podemos considerar diuréticos naturales el apio, la remolacha, la pera, el pepino, la sandía o los espárragos». Estas son verduras, hortalizas y frutas ricas en potasio , magnesio y agua, por lo que potencian la diuresis. La nutricionista Leila Pérez Venturino explica también que estos alimentos destacan por su contenido en agua y minerales y añade a la lista el limón, la alcachofa y la papaya. Ambas profesionales recuerdan que es muy importante la hidratación, a través de la ingesta de agua o de infusiones. «Al contrario de lo que podamos creer, beber agua no va a hacer que retengamos más líquido , sino que nos ayuda a eliminar», explica Pérez Venturino.

Es importante, si tenemos tendencia a la retención de líquidos, adoptar unos hábitos para evitarlos. Estos están, tal como explica la nutricionista de Vithas, «íntimamente relacionados con las pautas de una alimentación saludable». Nos recomienda mantener un consumo elevado de verduras y hortalizas , una costumbre que debemos acompañar por un consumo bajo de sal; no solo la sal de mesa, sino también de todos aquellos alimentos elaborados que la contienen. «Para disminuir el uso de sal, podemos potenciar la utilización de condimentos, especias y semillas. Por un lado, nos ayudaran a hacer más sabrosos nuestros platos y por el otro, a pesar de que se utilicen en pequeñas cantidades, muchas de ellas contribuyen a aumentar el magnesio y el potasio», aconseja.

María Eugenia Fernández apunta los alimentos que debemos evitar si tenemos retención de líquidos y destaca especialmente los alimentos con grandes cantidades de sal, los lácteos y sobretodo los preparados cárnicos o en conserva, que suelen ser productos con altos contenidos en sodio.

Es muy común ver anuncios de medicamentos y productos que prometen reducir la retención de líquidos. La nutricionista de Vithas advierte sobre su uso y dice que, en caso de necesitarlos es muy importante que se encuentren pautados y controlados por un médico, ya que en caso contrario puede conllevar consecuencias graves para la salud.

Asimismo, uno de los factores más importantes es mantener un peso adecuado. El sobrepeso y la obesidad, por diferentes mecanismos favorecen la retención de líquidos. También como parte de un estilo de vida saludable y con repercusiones sobre la circulación, debemos mencionar la práctica de actividad física y el descanso adecuado.

María Eugenia Fernandez recomienda buscar un buen equilibrio entre estar sentados o estar de pie, ya que la repetición exacerbada de una de los dos estados es perjudicial. Asimismo, afirma que debemos evitar el tabaco y el consumo de alcohol .

Por último, Leila Pérez Venturino comenta 0tros aspectos a tener en cuenta, como la higiene postural, no sentarte con las piernas cruzadas; la postura de la cama, dormir con las piernas ligeramente elevadas para forzar el retorno venoso; la ropa, ya que llevarla muy ajustada puede ser contraproducente.