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Periódico ABC MADRID 20-09-1939, portada
- EdiciónABC, MADRID
- Páginas24
- Fecha de publicación20/09/1939
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MADP. IDDIA 20 DE SEPTIEMBRE, Í 9 3 9 N U M E R O K lA M í M J m k 0 15 CENTS FUNDADO EN 1905 P O R D. T O R C U A T O LUCA DE D I A R I O ILUSTRADO- A Ñ O i Xv í I. C í SIMOSEGUNDO N o 10.480 1. kM ii8 TiSNA JLa A íf K 3 J i JUrf W V I CT lA ALEMANA I D I S C U R S O EN D A N T Z I G A F I R M A N D O Q U E N O T I E N E LA M E N O R I N T E N C I Ó N H O S T I L C O N T R A INGLATERRA O FRANCIA Polonia ya no resucitará en su forma de Versallcs) Sólo resisten ya tres grupos del Ejército polaco. ¿Aún será posible? L a rigurosa neiítr- sliciad que el Cau Hillo h a impuesto a los españoles nos coloca frente a los gravefi acontecimientos que están ocurriendo en E u r o pa en una ¡josición objetiva fuera de la, órbita de tirios y troj anos, de capuletos y mónteseos, Sabia adverten cia- del Generalísimo Franco, qiie in dica u n conocimiento perfecto de los españoles y de. su incontirjencia verbal y de sus aptitudes dialécticas. N o basta en estas circunstancias que u n Estado declare su n e u t r a l i d a d es necesario que ésta se refleje de modo- riguroso en los órganos de opinión, y que las gentes comprendan que no es licito ni conveniente t o m a r partido en un pleito del que debemos ser m u d o s espectadores. E n el nuevo E s t a d o no podía repetirse la exaltación desenfrenada del 14, en v i r t u d de la cual E s paña, habiendo definido solemnemente su neutralidad, se complacía en traer la guerra al m á r m o l del café a la espera de la barbería, a la reunión de la rebotica, a la plática de los viejos al so! apoyados en los pilares de los porches de la pla a. Ardía entonces E s paña en fiebre de negocios y en fiebre de discusión. L a s opinibnes eran mo, vidas por resortes pasionales, y muchas veces, cuando fallaba la dialéctica, eran los p. uños los que ponían el colofón ñr. la violencia a la plática que comen 2! n co. T pretensiones de Ateneo. La actitud perfecta de neutrales exige todos los m é t o d o s de la expectación. Para B O, sin cmbíír zo. m r tro C u dillo nos concede el d -cbo Í C acttsar y frena ci alquier imnii o de inhibición. Y e- te id íO i- el d sso ferviente de la irj. ití! t 0 Ú A pO ble? El di; i,i! i 0 (ié iíj fVi íff. e ul La situación fe M tías (ií fm ff pr ws 4 óia imesTmtmí fe írsuic. fíro p i e s ó íTS- íBCeSMífatcl fe s t a p r í r s i i r lías resE rfe A IS C mS. táeigrspf fme r e i f é r a n o s o s m. s. i s t r es lesíecí ele ssaperaír to- slo e s f t H r a c ss iá, Ka g f fe v o l v e r a l aff -or- 3 PB taili Ia lesra. tíumdt f -L- i espe- íj a N o e el uiclaenlo de esiij r v i L s ra i i ni en los eiectü? l j Uiipoitdt is t que, Í Í J S d drama de Pelonía, be oitece la posibilids de Ir rmif- u Is gut- rra, cif nscrjbicnno sns c n s e u e n c a s al punió lo Cid rnnníc- ío, Frsrcff, f n I i ÍOTM Í de ío de la par, y? ¡p guerra crucnJiia en las fronteras de Polonia, pidió la locali- zación de la juerra. E l primer acto h a terminado. Los vencedores ni se ensañan con el vencido ni intentan arrancarle su personalidad nacional. N u n c a quizá en la H i s t o r i a el ganador de una batalla se lia refugiado tan firro, en: ieiite en las fuentes de la serenidad. ¿Será a ú n posible? ¿S I mu. ndo podrá ver disipada esta pesadilla? N o pufde ser el caso del p u n t o de honor o del deseo de competencia; nos halia. mos. en el trance de medir integram e n t e la respoíisabilidad de una guerra cuyas consecuencias son imprevisibles. E n este instante crítico Eilspaña vuelve sus ojos hacia los resplandores de la paz y hace votos por que ésta se consiga, y de t a l m o d o que sea prenda dé seguridad pata el futuro de nuestra civilización. Francisco D E C O S S I O L a difteria, enfermedad grave, puede evitarse vaci. inanclo con anatoxina diftérica, que p o n d r á n a tus hijos tan pronto ios lleves a cualquier Centro sanitario oñcial. l mil soldados polacos han caído prisioneros dice el Fiíiircr en su gran discurso de Dantrrig. y a cs as koras su núnicro será aún más elevado, pucsío auc casi la tofaiidcd del Ejército cslá cercada, sin, posibilidad de pasar la ji OKtera rumana o la húngara. Sólo hay Ircs núcleos que resisicii todavía cnando escribimos csias línea en Varsovia, cu dAVVñherg y al Norte del Bug. Iiiclíncnwnos anle xsos volicnics que siguen defcruíicndo el suelo de su Falvia cuando su Gobierno se encnenlra ya en territorio extranjero. El verbo del Fíilirer se ha expresado con la inayor, claridad, casi en foima popular. Sus declaraciones- más interesantes son las sigtHentcs: Alemania no tiene la mcn. or intención hostil cendra Inglaterra ni rancia, pucí las fronteras alemanas en el Oeste y el Sur sor, definitivas; Poif. onia, ya no refiaccrií bajo sit í orina de Versad es; si las demGcracias están dispuestas a continuar la lacha, el Reich se defenderá todo el tiempo que sea riceesario, pero jamás saldrá de labio cdem- án la palabra capitulación quiere hacer la guerra en forma humanitaria, pero al Moqueo de hambre tendrá que contestar de alguna manera. Mafíana, jueves, se reunirán en JVásliington ambas Cámaras, y Rooscvell pronunciará v. n importante discurso. Su, respucsia al telegrama del presidente Isloscickí indica claran- ente que sus sitnpalías están al lado dedos advei- saríos del nacionalsocialismo. A B C en Berlín Hítler en Dantzig po. ne fin a ía guerra de Polonia Berlín 19, 10 nociic. A las cinco de esta tarde puede decirse qu. c nu liabía ni un solo berlinés que no estuviese ante el altavoz de la radio. El discurso del Fülirer era esperado con ansiedad por el mundo entero. H. ace tan solo dieciocho días, Hitler habló al sntindo desde Berlín. Entonces la capital del Reich alemán estaba a cíenlo cincnetita kil m. etros de líi frontera oriental; hoy, al cabo de estog poco. días, está a qinnientos. Estos trescientos cin- cnenía kilómetros de diferencia darían sufi- cíente airtoridad a cualquier jefe de Estado para que sus palaliras s- ean escuchadas al. 1 m- cnos con respeto, por el mundo entero. J- a tribuna eie 9; id. a ho) por Hitler ha sido Dantzi, c- Y en l antzig- precisamente el Lan- -eniarkt. que es la cuua del nacional- socialismo de la (Mudad báltica. Hitler ha dado con sus pakibras por krminada la guerra