ABC SEVILLA 31-03-2005 página 5
- EdiciónABC, SEVILLA
- Página5
- Fecha de publicación31/03/2005
- ID0004225421
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ABC JUEVES 31 3 2005 Opinión 5 Urge una explicación Las graves irregularidades que denunciamos hoy sobre el uso privado que hizo el subdelegado del Gobierno en Córdoba, Jesús María Ruiz, de un vehículo oficial exigen como mínimo una urgente explicación por parte del afectado. Los hechos descritos son muy graves y nos podríamos encontrar ante unas actuaciones que exigen, de ser verdad, una dimisión irrevocable. Renuncia hecha El portavoz del PP en el Parlamento andaluz, Antonio Sanz, explicó ayer, con pruebas documentales, que el presidente de este partido en Andalucia, Javier Arenas, ha renunciado a su sueldo como ex ministro y lo ha donado a dos organizaciones benéficas, la Asociación de Víctimas del Terrorismo y Andex. El hecho fue conocido durante el debate del pensionazo ayer en el Parlamento. El PSOE quiso desviar el fondo del asunto acusando a Arenas de cobrar un sueldo como ex ministro y... le salió mal la jugada dialéctica. Ahora, la pelota está en el tejado de Chaves Diálogo El diálogo es el cañamazo de la convivencia. La frase pronunciada ayer por el ex presidente de los empresarios sevillanos, Fernando Guerrero, es el eje de las reflexiones que ayer hizo en una conferencia en el club Antares, en la que se quejó del grado de crispación de la vida política, y abundó en la necesidad de no alejarse del centro político Para que algunos tomen nota. EFE Homenaje al huevo frito. En el Foro Gastronómico que se celebra dentro del Salón de la Alimentación inaugurado ayer en Madrid, tres populares cocineros participaron en un homenaje a un plato muy popular: el huevo frito. Félix Cabeza, de La Dorada; Lucio Blázquez, de Casa Lucio, y Paco Roncero, de La Terraza del Casino (en la imagen, de izquierda a derecha) prepararon ante el público tres versiones distintas. Cabeza apostó por los tradicionales, con su imprescindible puntilla bien dorada; Lucio, por la versión que le ha dado fama, los huevos estrellados; y Roncero, el más vanguardista, hizo una original deconstrucción en la que frió yema y clara por separado para luego volver a reunirlas. CON UN PAR... CARLOS MARIBONA P ARA muchas culturas milenarias los huevos eran elementos sagrados, símbolos de la vida. En nuestro tiempo, cuando por exigencias de lo que llamamos civilización ya no creemos en casi nada y hemos renunciado a todo lo que huela a sagrado, seguimos rindiendo pleitesía a los huevos, sobre todo si son de gallina- -de campo, claro- -y están fritos. Porque los huevos fritos son el plato más sencillo que podamos imaginar pero también el más po- pular. En una encuesta hecha por el gastrónomo Leopoldo Pomés entre más de mil quinientas personas, anónimas y populares, fueron elegidos como plato preferido por más de quinientas, sin contar casi doscientos que los citaban en el arroz a la cubana. Rafael Alberti, Serrat, Álvaro Mutis, Berlanga, Alejandro Sanz o Amparo Rivelles, por citar sólo algunos de los más conocidos, declaraban los huevos fritos como su sabor predilecto. Por no hablar de cocineros de vanguardia como Juan Mari Arzak o Ferrán Adriá, que siempre afirman que no hay nada mejor en la mesa. Y es que el espectáculo de los huevos fritos no tiene parangón: dos esferas amarillas sobre un fondo blanco brillante y ondulado con sus puntillitas doradas en los bordes. Puro arte. Sólo necesitamos un trozo de pan- -y en el colmo de la sofisticación unas patatas bien fritas- -y el milagro está hecho. Como alguien ha dejado escrito, si no existieran, habría que inventarlos. Pues bien, en estos tiempos de tensión y crispación, tres hombres de la restauración se reunieron ayer en el Foro Gastronómico del Salón de la Alimentación, que se celebra en Madrid, para tra- tar una sesuda cuestión: ¿existe el huevo frito perfecto? Y cada uno hizo lo que pudo. Lucio Blázquez, el hombre que ha dado nombre a los mejores- -los huevos de Lucio son ya un mito- y Félix Cabeza se decantaron por lo clásico. Paco Roncero, joven cocinero que representa lo mejor de la nueva cocina, hizo una deconstrucción. Ya saben, se separan las cosas- -en este caso yema y clara- -para reunirlas después. El resultado no es malo, pero la afición se quedó con los de siempre. Y es que aunque la cocina avance por los terrenos de la alquimia, donde esté un buen par de huevos- -de los de toda la vida- -que se quite lo demás. Los genios no son los nuevos cocineros. El genio es el primero que frió un huevo.


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