ABC SEVILLA 29-03-2005 página 4

4 Opinión MARTES 29 3 2005 ABC PRESIDENTE DE HONOR: DIRECTOR ABC SEVILLA: ÁLVARO YBARRA PACHECO GUILLERMO LUCA DE TENA DIRECTOR GERENTE: FELIPE DEL CUVILLO Subdirector: Benito Fernández Pérez Jefe de Área: Manuel Capelo Jefes de Redacción: Angel Pérez Guerra, Francisco Pérez, Inmaculada Navarrete, Tomás Balbontín, Manuel Contreras, José Manuel Otero, Francisco Quesada Secciones: J. M. Aguilar (Cierre) J. M. Igeño (Deportes) J. L. García (Continuidad) J. M. Serrano (Fotografía) J. L. Losa (Sevilla) J. J. Borrero (Sociedad) J. Álvarez (Cultura) M. Correa (Andalucía) y E. Navas (Economía) DIRECTOR: Directores: IGNACIO CAMACHO Gestión: Juan José Bonillo. Técnico y Producción: Marcial Martínez. Comercial: Javier Resa Publicidad: Comercializadora ABC Sevilla S. L. ABC SEVILLA S. L. PRESIDENTA: SOLEDAD LUCA DE TENA Redacción, administración y talleres: Albert Einstein, s n. Isla de la Cartuja. 41092 Sevilla. Centralita (todos los servicios) 954 488 600 Fax: 954 488 601. Publicidad: 954 229 200. Atención al cliente: 902 33 45 55 CHAVES MATIZA SU DISCURSO E acerca a la hora de la verdad el debate territorial abierto por el Gobierno socialista sin saber adóndequierellegar. Laproximidaddelaselecciones autonómicas en el País Vasco y el proyecto de reforma del Estatuto catalán hacen suponer movimientos inminentes en las piezas de este tablero tan complejo. Las posiciones dentro del propio PSOE son notoriamentedistintas: lasdeclaracionespúblicasdel ministro Bono o de Rodríguez Ibarra no son fáciles de compaginar con los planes de Maragall o de Patxi López, con sus referencias a las comunidades nacionales Mientras tanto, en Andalucía, Chaves no parece tener muy claro a qué carta quedarse. Mientras hace unos días mostraba su rotundo rechazo a que el artículo 2 delaConstitución contengaunasdenominaciones de las Comunidades Autónomas, con adjetivos quesupongandistincionesodiscriminación ayer, el Comité Director del PSOE- A- -máximo órgano entre congresos- quizás presionado por catalanes y vascos, admitíaque cadaunopodrádenominarcomoestime oportuno a su Comunidad en su Estatuto No es uncambiototaldeldiscursoyaqueelPSOEmantiene inalterable la no discriminación en el artículo 2 de la Constitución, pero sí de una matización que supone toda una carga de profundidad en la futura reforma del Estatuto andaluz. No se trata de un asunto baladí. NoeslomismoqueAndalucíaseaunacomunidadautónoma, una nación o una comunidad nacional. Cada adjetivo lleva implícito una forma diferente de entenderlaautonomíaylapropiaesenciadelnuevomodelo deEstado. Enelfondodeestasadjetivacionesseesconde, nada más y nada menos, que el planteamiento de una reforma constitucional solapada partiendo de la de los Estatutos. Y ello podría convertirse en un bomba derelojería presta aestallar en elmomento oportuno y hacer añicos la integridad territorial de España. S ABC informa hoy acerca de los contactos entre representantes del PP y el ex vicepresidente del GobiernoAlfonsoGuerra, quesiguesiendo- -despuésdemuchosaños en primera oen segundafila- -un referente fundamental para muchos sectores socialistas. Es del Congreso (precisamente el órgano parlamentario competente para tramitarla reforma) se encuentraincómodoen presenciade planteamientossemifederalistas o que ponen en cuestión la soberanía nacionaltalycomosederivadelaConstituciónvigente. jóvenes nacionalistas de la España democrática allá por el lejano 1982. Es significativo que la tradición más genuina del PSOEseapuestaencuestiónporlaignoranciadealgunosy el oportunismo de muchos: Zapatero deberíasaber que los nacionalismos periféricos representan una visión política radicalmente contraria al republicanismocínico y a laigualdad como valorprioritario. AlfonsoGuerrahapromovidoencuentrosentrepolíticos y juristas cercanos a uno y otro modelo de organización territorial y ha podido comprobar que las posturas no son fáciles de conciliar. Hace bien el PP en buscar aliados donde encuentre a gente dispuesta a defenderelmodeloactualdel EstadoAutonómico, sin admitir aventuras soberanistas o disquisiciones conceptualesqueenvuelven una profundafaltade solidaridad. Habrá que estar atento a las voces críticas en el seno del PSOE referidas a los proyectos de un gobierno que mira más por el interés coyuntural que por unapolítica orientada apreservarelmodelo hace un cuarto de siglo. Y habrá que dejarle claro al presidente Chaves cuál es la Andalucía que quieren los andaluces. EL CARMELO, DOS MESES NTEAYER se cumplieron dos meses de la crisis urbanística y social desatada en el barrio barcelonés del Carmelo, que todavía mantiene desalojados de sus maltrechas viviendas a mil vecinos. El precio de la responsabilidad política ha sido más bien una ganga habida cuenta de las dimisiones (dos cargos de medio nivel) que se han registrado hasta el momento; y por las actitudes vistas no apunta a que los ceses vayan a mirar más arriba. Parece meridianamente claro que la secuela del otro terremoto suscitado últimamente en Cataluña- -el de las comisiones del 3 por ciento denunciadas de manera retráctil por Pasqual Maragall- -ha obrado una especie de sedación artificial sobre el problema más acuciante, que no es otro que la reposición del bienestar de unos vecinos que de la noche a la mañana se quedaron sin sus casas por la desastrosa gestión de una obra pública por parte de quienes debían velar por su correcta ejecución. Más allá de las fechas conmemorativas de tan triste suceso, el asunto casi ha desaparecido del argumentario de los partidos políticos (de nuevo se vuelve a hablar preferentemente de la reforma del Estatuto) quizás porque aquéllos directamente implicados en las irregularidades que dieron pie al colapso del túnel del Metro se han apresurado a regresar a toda mecha al supuesto oasis catalán después de un par de meses de ajetreo. Pero además de afectar directa y personalmente a muchas familias, las consecuencias de este episodio alcanzan otros ángulos que quizás no hayan merecido una excesiva atención por parte de la opinión pública. Las justas indemnizaciones que cobrarán los vecinos supondrán un gasto multimillonario a las tres administraciones (municipal, autonómica y central) pues incluso se van a reconocer, y por lo tanto reparar económicamente, los daños morales sufridos por los afectados. Con ello se abre, además, un precedente para futuras catástrofes de este porte y condición. Por eso es necesario que queden diáfanamente aclaradas las torpezas e irregularidades que dieron pie al hundimiento. Como también es esencial devolver la confianza y la seguridad a la ciudadanía barcelonesa, que ahora mira con lógico temor los 40 kilómetros de túneles que están proyectados para los próximos años. Y no es para menos, pues resulta improbable que la comisión de investigación parlamentaria aporte todo el sosiego necesario que precisan los ciudadanos. El portavoz del PSC, Miquel Iceta, reconocía ayer que las últimas encuestas revelan un incremento de la desconfianza ciudadana hacia los políticos Como para que no sea así. Por eso, además del propósito de enmienda, es necesario la asunción de responsabilidades. A LA ONU, EN LA ENCRUCIJADA A Organización de Naciones Unidas ha comenzado un proceso de reflexión que puede- -y debería- -desembocar en resultados que trasciendan las reformas anunciadas por su actual secretario general, Kofi Annan, en las que reflejaba las conclusiones elaboradas por grupos de expertos que han abordado principalmente la ampliación del Consejo de Seguridad, un nuevo tratamiento de la seguridad colectiva, con especial énfasis en el terrorismo, y el desarrollo mundial. Hay un análisis general de que Naciones Unidas ya muestra síntomas de una fatiga que va más allá de las propuestas de Annan y que no han aparecido- -en todo caso agravado- -con la crisis de la intervención en Irak, sino que surgían a medida que la ONU cosechaba fracaso tras fracaso en la defensa de la legalidad y de la seguridad internacional. La comunidad internacional necesita una organización que realmente haga visible y respetable un liderazgo general, que promueva el multilateralismo, sin confundirlo con la unanimidad, y L apueste por la democracia como un instrumento de seguridad colectiva, lo que produciría una profunda revisión de los actuales criterios de relación con aquellos países que actúan como focos de inestabilidad. El problema que ahora afronta la ONU es que no ha sabido o podido superar el fin de la guerra fría, la aparición de nuevos conflictos, como el terrorismo islamista, las necesidades de seguridad de las democracias y la emergencia de nuevas potencias regionales que reclaman tener voz propia. A la ONU ya no le sirve vivir del prestigio de su Carta fundacional, ni de reivindicar el monopolio de la legalidad internacional si a la hora de aplicarlas se pierde en un laberinto dilatorio de debates e intereses particulares. El problema de fondo se traslada a la necesidad de reconocer que es muy difícil arbitrar un gobierno mundial de coalición entre dictaduras y democracias, entre países comprometidos con la expansión de la libertad y los derechos humanos y otros empeñados en frenarlos, cuando no en combatirlos abiertamente.