ABC MADRID 05-04-2004 página 10

10 LUNES 5 4 2004 ABC Nacional Los terroristas tenían 60 kilos de dinamita para cometer en breve más atentados Los jefes el Tunecino y el Chino Abdallah Rifat Anouar, y un hermano Oulad Akcha, los muertos b Además de tres bombas ya preparadas, en el piso se han recuperado dos metralletas idénticas a la que exhibía el hombre que reivindicó el 11- M en un vídeo D. MARTÍNEZ P. MUÑOZ. MADRID. Los terroristas islámicos que se inmolaron en su piso franco de Leganés (Madrid) tenían pensado seguir matando Así lo afirmó ayer el ministro del Interior en funciones, Ángel Acebes, tras descubrirse que en la vivienda los criminales tenían hasta tres artefactos ya preparados y cebados para su uso inmediato. Estas bombas han sido recuperadas, así como diez kilos de dinamita Goma- 2 Eco y doscientos detonadores. Fuentes de la investiagción precisaron a ABC que los terroristas habían logrado almacenar en el piso entre cincuenta y sesenta kilos de explosivo que iban a ser utilizados en próximos atentados. La mayor parte de esta cantidad estalló el pasado sábado. Los terroristas también contaban con dos metralletas modelo sterling de fabricación inglesa, idénticas a la que portaba en sus manos el hombre que aparecía en el vídeo encontrado al día siguiente de los atentados del 11- M en una papelera próxima a la mezquita de la M- 30. En la cinta, el individuo, que hablaba en árabe con marcado acento marroquí, reivindicaba la matanza como portavoz militar de Al Qaida en Europa, Abu Dujan Al Afgani Mientras las Fuerzas de Seguridad mantienen el dispositivo de búsqueda del terrorista que consiguió huir al percatarse de la presencia del dispositivo, la Policía Científica ya ha identificado a tres de los criminales que se quitaron la vida. Se trata de Serhane bin Abdelmajid, Serhan el Tunecino considerado como el líder espiritual y coordinador de la célula; Abdennabi Kounjaa, Abdallah y Rifaat Anduar Asrih. Los investigadores creen que un cuarto cuerpo encontrado sería el de Jamal Ahmidan, el Chino jefe operativo del comando La identificación de este cadáver está resultando difícil, pero se sospecha que podría tratarse de este sujeto, ya que la Policía tiene el pleno convencimiento de que este individuo se encontraba en la casa de Leganés. Todo parece indicar que éste era el que llevaba un cinturón con dos kilos de material explosivo que activó ante la presencia de los Geo. La Policía Científica también ha encontrado restos que podrían corresponder a un quinto terrorista, pero aún se está pendiente de los análisis La Policía Científica busca restos de los criminales en la piscina del inmueble REUTERS Y ÁNGEL DE ANTONIO Una falsa alarma paró las tareas de investigación dos horas N. C. M. A. B. MADRID. Más de medio centenar de profesionales trabaja a destajo en la urbanización afectada por la explosión. La ingente tarea de desescombro, así como la de recogida de muestras para su análisis científico, la investigación judicial- -dirigida por la magistrada de la Audiencia Nacional Teresa Palacios- -y el levantamiento de los cadáveres de los cinco fundamentalistas hubieron de paralizarse durante dos horas ante las sospechas que levantó un coche aparcado en el garaje del inmueble. A la una de la tarde, la Policía amplió el perímetro de seguridad en torno a la castigada urbanización Flora Tristán y los vecinos se llevaron otro susto cuando a toda prisa tuvieron que desalojar de nuevo sus casas y bajar las persianas ante la posibilidad de que se produje- Documento identificativo de uno de los terroristas muertos ra una explosión controlada. Fuentes de la investigación indicaron que finalmente todo quedó en una falsa alarma aunque en ese momento ninguna precaución estaba de más. El vehículo pertenecía a uno de los terroristas fallecidos. Un familiar, quizá la misma persona que el sábado intentó mediar para evitar el fatal desenlace, se ofreció a los técnicos en desactivación de explosivos para abrir las puertas del coche. Pero los agentes rechazaron el ofrecimiento y prefirieron seguir lo que el manual prevé en estos casos, previo desalojo de la zona. La normalidad de los trabajos se recuperó pasadas las tres de la tarde. Las tareas, que empezaron el mismo sábado inmediatamente después de la explosión, habían sido interrumpidas de madrugada ante las pésimas condiciones de visibilidad y el peligro que ello implicaba. Pero se reanudaron con la luz del día, pues uno de los objetivos prioritarios era devolver al vecindario la normalidad. El extremo cansancio era visible en todos los rostros. A media tarde pudo practicarse por fin el levantamiento de los cadáveres de los terroristas y su traslado al Instituto Anatómico Forense, tarea que resultó dificultosa por el efecto devastador de la explosión. Fuentes de la investigación indicaron que los cuerpos- -se trata de cinco individuos, según la Policía científica- -quedaron esparcidos por toda la urbanización. Dos de ellos fueron hallados en el interior de la piscina, que hubo de ser vaciada. Varios trabajadores de los servicios funerarios recuperaron restos hasta en el exterior de la urbanización, entre los arbustos que adornan el portal del número 33 de la calle Rosa Chacel.