Merece la pena detenerse ante esta construcción, resultado de numerosas...

CASAS CONSISTORIALES. Merece la pena detenerse ante esta construcción, resultado de numerosas intervenciones, y fijarse en el excepcional alero tallado por Gabriel Torres, así como en el reloj, situado en la parte central, al que los mallorquines llaman En Figuera, en honor a su autor, el platero Pere Joan Figuera. En la planta baja se conserva el portal gótico de la capilla de Sant Andreu y se alzan, altivos, els gegants de Cort (los gigantes de Cort), ataviados con el traje típico de Mallorca. Dos de estos enormes payeses flanquean la escalera de mármol que conduce al piso superior. En 1894, el Ayuntamiento de Palma sufrió un incendio que causó desperfectos, sobre todo, en el interior del inmueble, resultando dañadas importantes piezas del patrimonio artístico de la ciudad. A pesar de ello, la casa consistorial conserva intactos todavía importantes objetos, como tablas y lienzos religiosos del siglo XVII. Un ejemplo, sin ir más lejos, es el de la Virgen Inmaculada Concepción.