Así fue la salvaje captura de Copito de Nieve en Guinea: la polémica colonialista de Ada Colau en Barcelona
El famoso chimpancé albino que marcó a generaciones de españoles está de actualidad, después de que Ada Calau le haya negado un homenaje por la forma en que fue capturado en la antigua colonia española

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Copito de Nieve está de actualidad estos días por una polémica relacionada con la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau , después de que haya descartado una propuesta de homenaje al famoso gorila albino que vivió en el zoo de la ciudad durante casi 40 años. El Ayuntamiento alega que su llegada a España se produjo como «resultado del colonialismo en Guinea Ecuatorial». Y la propuesta, que partía de un particular, defendía: «Tenemos muchas calles y estatuas de generales, guerras, políticos.... ¿Por qué no una al animal que emocionó a generaciones de los años 50, 60, 70 y 80?».
Se trataba del único gorila albino del que se haya tenido noticia en todo el mundo. Cuando llegó a Barcelona en abril de 1967, se convirtió en todo un símbolo. Fue portada de ‘National Geographic’, protagonizó películas , se vendieron miles de camisetas con su rostro, varios ayuntamientos de la provincia le recibieron con honores y hasta recibió su propio DNI. En la Nochevieja de 2003 fueron muchos los españoles que lloraron ante la noticia de la eutanasia que se le había practicado por un cáncer de piel que se extendió por su carácter albino.
Pero la odisea hasta llegar a Barcelona no fue fácil. Su bonita historia de amor con los niños tiene un lado oscuro. Copito de Nieve apareció mencionado por primera vez en ABC el 1 de diciembre de 1966 , tras su captura: «Es totalmente albino, primer caso conocido de albinismo total en un animal de su clase en todo el mundo». Cuatro meses después, la revista ‘Blanco y Negro’ le dedicó un reportaje de cuatro páginas con amplias fotografías en las que se revelaba algo de su historia: «Fue descubierto en el Río Muni por un cultivador de plátanos llamado Benito Mañe junto al cadáver de su madre, que este mismo granjero había matado a tiros de escopeta. Lleno de asombro, lo recogió varios días en su casa y la noticia corrió como un reguero de pólvora, pues ninguna leyenda tribal hablaba de un mono blanco de ojos azules».
La odisea de Copito
Detrás de estas pinceladas, sin embargo, había más. Mañé le dio caza después de matar a toda su familia, no solo a la madre, porque echaban a perder su cosecha. Al acercarse a los cadáveres de los animales, descubrió a una cría albina que había sobrevivido agarrada a la espalda de su progenitora. Lo normal es que la hubiera pegado un tiro a ella también, pero su rareza le hizo pensar que algo podría sacar de ella. Y así fue, efectivamente. Tras unos días en su casa, el cazador lo trasladó al Centro de Adaptación y Experimentación Zoológica que el Ayuntamiento de Barcelona tenía en Ikunde y se lo vendió al primatólogo Jordi Sabater Pi por 15.000 pesetas, una cantidad muy importante para la época.
El centro se había fundado en 1959, a pocos kilómetros de Bata, la capital de la Guinea continental , para aclimatar a los animales capturados que iban a ser enviados al zoo de Barcelona o a otras instituciones y universidades del mundo. No hay que olvidar que, en aquella época, y durante décadas, la caza y posterior taxidermia de animales salvajes era una costumbre muy extendida entre la burguesía colonial europea y, especialmente, la catalana.
Algunos sectores críticos defienden todavía hoy en la actualidad que aquella captura de especies animales que presentaban supuestamente un interés científico y comercial, se convirtió después en un medio de vida provechoso para una serie de cazadores europeos que vivían en la antigua colonia española de Guinea. Estos no solo se dedicaban a enviar estos animales vivos a los principales zoos del mundo, también realizaron expediciones de caza para luego exhibir las cabezas de alguna de las piezas obtenidas como trofeos.
Debido a esta costumbre, la población de gorilas se ha reducido drásticamente en algunas zonas del planeta, dejando al borde de la extinción a varias especies. Por ejemplo, el gorila occidental, del que se escinden las subespecies de gorila de tierras bajas y el del Río Cross, y el gorila oriental, con sus consiguientes subespecies del gorila de montaña y el gorila de Grauer. El último ejemplo de escabechinas como las sufridas por la familia de Copito de Nieve lo conocimos hace dos años, con el asesinato de Rafiki, un famoso gorila de espalda plateada, por cazadores furtivos de Uganda.
Jordi Sabater
Nuestro famoso espécimen blanco fue vendido a Jordi Sabater, el primatólogo catalán que estaba a cargo del centro de Ikunde. Fue él quien lo bautizó como Copito de Nieve y quien lo trasladó a Barcelona cuando este cumplió dos años. Exactamente, el 19 de marzo de 1967, dos semanas antes del amplio reportaje de ‘Blanco y Negro’. Fue un regalo al alcalde José María de Porcioles Colomer, que estuvo en el cargo durante 16 años, y que lo recibió en su despacho con todo el despliegue de medios para mostrar su lado más amable.
Su prestigió fue tal que inspiró miles de productos de merchandising, más allá de las mencionadas camisetas. Eso provocó que todos los zoos del mundo quisieran tener a su ‘Copito de Nieve’ u otro ejemplar con una singularidad parecida, para atraer a los visitantes. Eso hizo aumentar las capturas de gorilas en África, con el consiguiente problema para esta especie de sobrevivir en un entorno no salvaje como era la selva. El zoo de Barcelona se defendió con el argumento de que no era un simple gorila blanco, sino un raro ejemplar albino que no habría sobrevivido por sí solo en su entorno natural debido a la falta de melanina y la visibilidad que esta le proporcionaba.
A pesar de la fama, Sabater siempre consideró que el descubrimiento de Copito era sólo una anécdota dentro de su amplio currículo de descubrimientos. El primatólogo descubrió también la rana gigante Conraua goliath, fue el primero en observar que los chimpancés fabricaban palos para coger termitas e ingerir arena de cualidades medicinales, hizo minuciosos estudios de los nidos hechos por estos y estudió el comportamiento de algunas especies única de África. Por todos sus trabajos, además, fue investido Doctor Honoris Causa por la Universidad Autónoma de Madrid
El cadáver del famoso gorila albino falleció con alrededor de cuarenta años. Antes de su incineración, se extrajeron muestras de su cuerpo para un estudio más pormenorizado: su cerebro, retinas, tímpano, bazo, sangre, pelo, partes de su piel y, por último, el esqueleto, que fue a parar al Museo de Zoología. A lo largo de su vida, Copito tuvo 21 hijos, ocho nietos y dos bisnietos… ninguno de ellos blanco.