La olvidada bandera de toda la Hispanidad que surgió en tiempos de la Segunda República
La Bandera de la Raza Hispánica fue izada por primera vez el jueves 12 de octubre de 1932, en la Plaza de la Independencia de Montevideo
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El capitán del Ejército uruguayo Ángel Camblor ganó en 1932 un concurso internacional que buscaba dotar de una bandera a toda la Hispanidad. Su diseño lo componían tres cruces moradas sobre fondo blanco y la mitad de un sol naciente. Sin embargo, como ha ocurrido de forma crónica con los símbolos nacionales, la enseña es hoy una completa desconocida en España, donde la Hispanidad ha sido en demasiadas ocasiones menospreciada. El cariz precolombino del diseño, con un sol de inspiración inca, tampoco ha ayudado a que esta bandera fuera asumida por toda España.
En 1987 quedó establecido que el Día de la Fiesta Nacional de España sería el 12 de octubre, lo cual trajo consigo la eliminación del nombre de 'Día de la Hispanidad' de esta festividad.
Era considerada, y lo sigue siendo a nivel popular, como de la Hispanidad porque el 12 de octubre 1492, festividad del Pilar, Cristóbal Colón hizo tierra en Guanahani, actualmente en las islas Bahamas, y tomó posesión del lugar en nombre de los Reyes Católicos. El navegante desconocía que se trataba de un nuevo continente y no podía imaginar la trascendencia de su acto. Colón, de hecho, creyó que había llegado a Cipango (Japón).
+ infoDesde entonces, la fecha ha sido usada por diversos países iberoamericanos para celebrar el encuentro de las dos culturas que dieron lugar al Nuevo Mundo. Sin embargo, cada país ha denominado la fiesta con distintos nombres en función de la conveniencia política, como por ejemplo ‘Día de la Madre Patria’ o ‘Día del descubrimiento’. En España, se eligió originariamente la designación de ‘Día de la Raza’, una denominación creada a propuesta del exministro español Faustino Rodríguez-San Pedro, como Presidente de la Unión Ibero-Americana, que en 1913 pensó en una celebración que uniese a España e Iberoamérica, eligiendo para ello el día 12 de octubre. En 1918, la fiesta de la Raza alcanzó el rango de nacional.
+ infoA principios del siglo XX, no obstante, el concepto de Hispanidad estaba en desuso. No fue hasta 1926 cuando un obispo vizcaíno, Zacarías de Vizcarra, recuperó el término de Hispanidad y propuso en un artículo de prensa publicado en Buenos Aires cambiar el nombre a la festividad. Cinco años después, Ramiro de Maeztu, que había sido Embajador de España en Argentina, leyó el artículo e hizo suya la defensa del cambio de nombre. En este contexto reivindicativo de la Hispanidad, surgió en paralelo la iniciativa americana de crear una Bandera de la Hispanidad (o Bandera de la Raza Hispánica) en un concurso continental organizado en 1932 por la poetisa uruguaya Juana de Ibarbourou, proclamada «Juana de América». El lema que acompañaba a la enseña fue «Justicia, Unión, Paz y Fraternidad», aquellos valores que Camblor señalaba como representativos de los hispanos.
La Bandera de la Raza Hispánica fue izada por primera vez el jueves 12 de octubre de 1932, en la Plaza de la Independencia de Montevideo, y fue oficialmente adoptada por todos los estados de Hispanoamérica como bandera representativa en el marco de la VII Conferencia Panamericana reunida en diciembre de 1933. ABC informaba ya en mayo de que el uso de la bandera se iba extendiendo por Hispanoamérica:
«Comenzamos a recibir noticias de la cordialisima acogida que tan acertada iniciativa ha tenido en el resto de la América española, y así podemos decir que en la República Argentina será madrina de la bandera la ilustre poetisa Rosalba Aliaga Sarmiento, nieta de Sarmiento, patrocinando los trabajos la Asociación America Nueva. En Panamá izará la bandera, como madrina, la notable escritora María Olimpia de Obaldía, y en El Ecuador la distinguida intelectual señora Icaza Carbo. Por su parte, El Salvador ha acordado dar estado oficial a la fiesta, y la bandera de la Raza será izada con todo género de homenajes. Por lo que respecta a España, en estos días quedará constituido el Comité por personalidades todas que tienen en su haber largos trabajos bispanoamericanistas. La bandera de la Raza, que va a ser izada en todo el mundo hispánico, queremos que sea únicamente símbolo de amor y de paz, y, por consiguiente, de protesta contra cualquier lucha que nos desuna y distancie espiritualmente a quienes formamos parte de esta gran familia de gloriosa historia y de espléndido porvenir».
Las características de la bandera creada por Ángel Camblor, capitán de origen asturiano del Ejército Nacional de Uruguay, eran una bandera blanca (símbolo la paz), tres cruces, que simbolizan las dos carabelas y la nao con la que Cristóbal Colón descubrió el Nuevo Mundo, y el signo del Inti (el «sol de mayo» de la mitología incaica), que representa el despertar del continente americano. El color púrpura de las tres cruces, a su vez, aluden al color característico supuestamente del león de la Corona de Castilla y León, lugar de nacimiento del idioma común.
+ infoEn unas declaraciones del militar uruguayo, publicadas en ABC el 11 de febrero de 1934, Camblor explicaba de su puña y letra la génesis de su bandera:
«Era yo un niño cuando por vez primera vino a mi mente la idea de una bandera para todos los pueblos de la estirpe hispánica. Con ocasión de presentar el Uruguay, en 1923, un proyecto de Sociedad de Naciones Americanas, pensé que quizá fuera interesante dar bandera a esa Sociedad de pueblos en proyecto. Y no mucho después, en 1937, la idea, que bullía ya en todo mi ser, culminó en Madrid. Desde luego, fui siempre amante del color blanco, que debía ser el del fondo de la nueva insignia, y, después de ver un desfile del Ejército español, con sus banderas, me fijé en la de un regimiento de Ingenieros que llevaba el color morado del antiguo pendón de Castilla, con lo que definí un nuevo color para el pabellón de las veinte patrias. Después de varios viajes y vicisitudes, afirmose cada vez más mi idea; pero era preciso objetivarla, darle forma, combinar aquel blanco de América con el morado de Castilla, para tremolarlos, unidos, el día de la Fiesta de la Raza, que era mi obsesión día y noche.
Pensé aún en otros colores para cada uno de los países; pensé más tarde en veinte estrellas, proyecto que deseché por su semejanza con la bandera de los Estados Unidos, ya que yo quería una originalidad absoluta. Al fin vino a mi mente el recuerdo de las cruces que traían en sus velas las carabelas de Colón; esto sucedía el 3 de agosto, día en que el descubridor había partido de Palos, y quedó definitivamente resuelta en mí la incógnita. La nueva bandera blanca llevaría las tres cruces moradas por las tres carabelas de Colón y el sol de América por las razas nativas.
En realidad, en la misma hora en que otrora partían las naves, yo, sin cerrar los ojos en toda la noche, vi ante mis retinas la majestad de las frágiles carabelas, y después, sobre el papel, trazaba para siempre el pabellón de las veinte naciones: la bandera de la Raza. Como la epopeya, quiso la suerte o la casualidad que la bandera de la Raza se delineara un 3 de agosto, para desplegarse al cielo setenta días después: el 12 de octubre de 1932».