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«¡Lo hemos conseguido!»: Así logró ABC la primera gran exclusiva periodística en España

La fotografía del atentado contra los Reyes Alfonso XIII y Victoria Eugenia, tomada por Mesonero Romanos en 1906, se convirtió en un hito mundial

La fotografía del atentado contra Alfonso XIII y Victoria Eugenia, tomada por Mesonero Romanos en 1906+ info
La fotografía del atentado contra Alfonso XIII y Victoria Eugenia, tomada por Mesonero Romanos en 1906 - ABC
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La tarde del 30 de mayo de 1906 es intensa en la redacción de ABC. El 31 de mayo está prevista la boda del Rey Alfonso XIII con Victoria Eugenia de Battenberg, y el 1 de junio se cumple un año de la publicación de ABC como diario. Torcuato Luca de Tena se reúne en su despacho con sus hombres de confianza: Luis Romea, Ángel María Castell, Carlos Luis de Cuenca y Sixto Pérez Rojas. Se ha trabajado mucho en el asunto de la boda, que para el fundador es clave.

Don Torcuato Luca de Tena, fundador de ABC y Blanco y Negro, en su despacho en 1905+ info
Don Torcuato Luca de Tena, fundador de ABC y Blanco y Negro, en su despacho en 1905 - ABC

Para ir calentando motores, ABC ha convocado un concurso entre sus lectores para adivinar quién será elegida como consorte del joven Rey de España, con un artístico abanico y una elegante sombrilla como premios.

Victoria Eugenia de Battenberg vence en la encuesta con 18.427 votos, mientras Patricia de Connaught, sobrina del Rey de Inglaterra, es la segunda, con 13.719 votos.

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Una vez conocido el programa del enlace, se prepara la cobertura informativa con precisión. Las reuniones se suceden para no dejar nada al azar. Hay que preparar el número especial de ABC y el de Blanco y Negro del día 2 de junio. Se estudia cómo cubrir el enlace de manera que no se escape detalle alguno. Luis París será el principal reportero. Para la cobertura fotográfica se decide que Francisco Goñi se sitúe en el Ministerio de Marina, desde donde saldrá Victoria Eugenia. Irigoyen irá a la Iglesia de los Jerónimos, donde se celebrará el enlace. Y Christian Franzen estará en la calle de Alcalá, por donde pasará la comitiva Real tras el enlace, camino del Palacio Real.

Imagen conmemorativa de la boda+ info
Imagen conmemorativa de la boda - ABC

Además se cuenta con las fotos que puedan llegar por el anuncio que se publica las últimas semanas, en la que se ofrece 10 pesetas a los fotógrafos particulares o profesionales por cada una de las imágenes del enlace que se publiquen.

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El 31 de mayo amanece despejado y luminoso. Los fotógrafos preparan sus placas con cuidado, deseando que dure la luz todo lo posible. A las 9.30 de la mañana parte de Palacio la comitiva y a las 10.40 Alfonso XIII entra en los Jerónimos. Todo marcha según lo previsto.

Al finalizar el enlace, los Reyes departen un rato con las Familias Reales y el cuerpo diplomático.

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De vuelta a Palacio son aclamados por los miles de madrileños que inundan las calles de un Madrid radiante.

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A las 14.15 la comitiva Real llega a la calle Mayor. Al pasar a la altura del número 88 se escucha una formidable explosión. Los cuatro troncos de caballos tordos claros que arrastran el carruaje de los Reyes se espantan y emprenden una carrera en la que acometen al caballo de varas de la derecha y hacen caer al cochero. Los Reyes se asoman por la ventana para tranquilizar a su comitiva.

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Ellos están bien, pero han muerto tres oficiales, cinco soldados del séquito y tres personas que contemplaban el paso de la comitiva desde los balcones. Otras 14 están heridas -eso dice ABC al día siguiente, aunque finalmente serán 23 los muertos y 104 los heridos-.

Los fotógrafos de ABC regresan con urgencia a la sede del periódico. Tienen que revelar y elegir las imágenes para el periódico del día y el número especial de la boda. No hay ninguna fotografía del atentado. La mejor es una del colaborador zaragozano Eduardo de Leti, en la que se ve la carroza regia en la calle Mayor y el caballo de varas muerto.

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Hay también una fotografía del número 88 con los balcones que dan a la calle. Se pintan unos números que sirven para explicar dónde están: el balcón del cuarto piso desde donde el criminal arrojó la bomba; el balcón del tercer piso donde murió la niña Carmen Prieto; el balcón del segundo donde murió Antonio Calvo y el balcón del principal donde murió la Marquesa de Tolosa y la hija de la Condesa viuda de Adanero.

Pero Torcuato Luca de Tena es un hombre meticuloso y no termina de estar satisfecho. Había previsto todo para el enlace y disponía de material fantástico desde todos los puntos, menos del atentado. La crónica es muy buena, pero le falta una imagen. ABC es un diario ilustrado, y D. Torcuato ha apostado por la fotografía desde el principio. ¿Cómo es posible no tener «la foto»?

Mientras valora el material disponible le avisan de que un joven estudiante de diecisiete años quiere verle. Está muy ocupado, pero alguien le aconseja que le reciba. Dice haber fotografiado la comitiva Real desde un balcón de una casa próxima al Pretil de los Consejos, al lado de la Capitanía General, en la calle Mayor. Al escucharlo, Luca de Tena le hace llamar. El muchacho, de nombre Eugenio, dice ser descendiente de Ramón Mesonero Romanos. Tomó la fotografía con una maquina regalada por su padre. Torcuato se impacienta, empezamos mal. Le quedaba una sola placa que reservó para el paso de la carroza Real. Pero los nervios no le permiten recordar si disparó antes o después de la explosión, que escuchó muy cerca.

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Personal de talleres toma la cámara y se dirigen al cuarto oscuro para revelarla. El chaval se siente nervioso, observa a Torcuato Luca de Tena, que se pasea nervioso. Ha contado con los mejores fotógrafos de España y no ha conseguido ninguna fotografía buena. ¿Cómo va ser un joven estudiante de Medicina, con una cámara de doce duros, quién le proporcione la fotografía? Piensa en si alguno de los periódicos rivales tendrá una imagen similar, y en cómo será.

Entonces llega el revelado. En la fotografía se observa todavía el humo de la explosión, y los caballos del carruaje Real acaban de iniciar la estampida. El cochero se mantiene aún en el pescante y el caballo de varas no ha sido aplastado. Hay que retocar un poco la fotografía para su publicación, algo normal en la época, pero es sin duda la instantánea del atentado. «¡Lo hemos conseguido!», grita. Mesonero Romanos sonríe orgulloso.

Torcuato Luca de Tena ordena que le paguen al muchacho, pero no las 10 pesetas que éste espera, sino unas increíbles 300 pesetas. Es la primera gran exclusiva gráfica de la Prensa en España. ABC sacó pecho de ello y al día siguiente afirmó que la fotografía publicada constituía un enorme éxito informativo, «el más grande que se conoce en los anales de la prensa universal».

Lo cierto es que dio la vuelta al mundo publicándose en miles de periódicos. Es sin duda la fotografía más famosa de nuestro archivo y una de las más importantes de la prensa universal.

Eugenio Mesonero Romanos falleció en 1952, y fue jefe facultativo de la Beneficencia Municipal de Madrid. Su contribución al fotoperiodismo español fue, sin embargo crucial. Con su instantánea certificó el comienzo de una época de madurez de la información gráfica. Ya no eran sólo ilustraciones estáticas o poses de acontecimientos públicos. La imagen se convertía en un medio para transmitir la vida. La fotografía podía salir a la calle y atrapar la vida en un instante.

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