Ni hormigón, ni cemento: la vivienda que genera más energía que la que consume

Esta edificación, obra de la empresa 100x100biopasiva - Construcción Sostenible, ha sido concebida como un laboratorio para poner de relieve la importancia de la sostenibilidad en el mundo de la construcción. El resultado es una casa «que ha obtenido las certificaciones más exigentes que existen en cuanto a eficiencia energética y respeto al medio ambiente», señalan sus promotores.

Una hoja de servicios que cuenta con galardones como la Passivhaus Premium de la certificadora Energiehaus y, además, ha obtenido el sello 5 hojas VERDE de GBCe con una puntuación récord del 92%.

Concebida como una vivienda sostenible, esta edificación aprovecha cada rincón para captar energía. Cubiertas y fachadas son el emplazamiento idóneo para la instalación de placas fotovoltaicas, cuenta con más de 60 paneles solares). Así genera más de 24.000 kWh de electricidad al año y, además, maximiza la captación solar en los meses más fríos gracias a los ventanales orientados al sur.

La estructura principal de la vivienda, en entramado de madera de 20 cm de espesor, cuenta con aislamientos naturales, y minimiza la presencia de puentes térmicos. Las fachadas están recubiertas con piedra natural o el mortero fotocatalítico, que facilita la descontaminación de elementos orgánicos en su superficie. En el caso de las cubiertas y faldones laterales, estos están fabricados con teja plana, incluso fotovoltaica en algunas zonas. En cuanto a los acabados interiores, «se ha buscado que representen un espacio saludable para las personas, empleando para ello revestimientos de abeto», señalan los promotores de la vivienda.

Por otra parte, se recoge el agua de lluvia de las cubiertas, así como las aguas grises de la casa, y se gestionan mediante una biodepuradora para reutilizarla en las cisternas de los inodoros y en el riego de los jardines, la cubierta vegetal o el jardín vertical, con el objetivo de mejorar la calidad del aire y refrescar en verano gracias a la evapotranspiración de las plantas, todas ellas autóctonas, favoreciendo la biodiversidad.