El FROB vende el Banco Valencia a La Caixa con 4.500 millones en ayudas

A la inyección de capital de 4.500 millones de euros se le han de sumar los 1.000 millones que aportó el Estado al Banco de Valencia cuando fue nacionalizada en noviembre del pasado año.

El plan también contempla la concesión al Banco de Valencia de un esquema de protección de activos por el que, durante un plazo de diez años y para una cartera de activos predeterminada, el FROB asumirá el 72,5 % de las pérdidas derivadas de dicha cartera una vez absorbidas las provisiones constituidas a 30 de septiembre sobre estos activos.

De acuerdo con el comunicado remitido por el FROB, el plan de resolución de Banco de Valencia ha sido sometido a las autoridades de competencia de la Unión Europea junto con los correspondientes al resto de las entidades participadas por el organismo dependiente del Banco de España.

Tras la compraventa, se estima que CaixaBank pasará a tener una participación próxima al 99% del Banco de Valencia y, en cualquier caso, no inferior al 90%, incluso en el supuesto de que hubiese un elevado grado de participación de los accionistas minoritarios en el aumento de capital.

Está previsto que su decisión sobre la aprobación de estos planes se produzca hoy. Además estos planes están sujetos a la no oposición del Ministro de Hacienda y Administraciones Públicas. Según la nota oficial «esta operación de integración con Caixabank contribuye a asegurar su solidez financiera y garantiza su viabilidad».

Conforme había avanzado ABC, el FROB se decantó finalmente por la Caixa, que se impuso en la recta final al BBVA y Bankinter, que también habían mostrado su interés por la entidad valenciana, nacionalizada desde el 21 de noviembre del pasado año.

Con esta adjudicación, el poder financiero valenciano queda definitivamente diluido tras la compra de la también nacionaliza Caja Mediterráneo (CAM) por parte del Sabadell y la disolución de Bancaja -oficializada ayer mismo- tras el fracaso que supuso su integración en Bankia.

Precisamente, la entidad que hoy preside José Ignacio Goirigolzarri era el accionista de referencia del Banco de Valencia hasta que se produjo su intervención. Las cuentas de 2011 remitidas por los administradores del FROB a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) revelaron un agujero superior a los 887 millones de euros, derivados de la gestión anterior, que le condujo a la primera intervención de un gran banco español desde la de Banesto en el año 1993.

Los administradores del FROB lograron reducir las perdidas a la mitad al cierre del 30 de septiembre del ejercicio en cusrso hasta los 389 millones de euros.

Este factor ha resultado determinante para que el Gobierno acelerara el proceso de subasta en las últimas semanas. De hecho, en el último año, los gestores del FROB, con José Antonio Iturriaga a la cabeza, han realizado el «trabajo sucio» para preparar la venta de la entidad valenciana.

En ese sentido, el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) acordado por los sindicatos el pasado 12 de noviembre, que supondrá la salida de 360 trabajadores, ha allanado mucho el camino, de acuerdo con fuentes conocedoras de las negociaciones.

En todo caso, la decisión sobre nuevas salidas de trabajadores dependerá de las directrices que marque la Unión Europea al tratarse de una operación con ayudas públicas.

, Ayer, al calor de la rumorología sobre una venta inminente de la entidad, las acciones del Banco de Valencia, que transitaban en caída libre desde el pasado año, se revalorizaron un 12,5 por ciento, hasta los 0,18 euros, que deja su capitalización bursátil en 988,6 millones de euros.