el mentidero
¿Desahucio en la sede de CDC?
maría jesús cañizares
Qué clase de medidas para paliar la crisis económica podemos esperar de un partido que tiene su sede entregada al juez en concepto de fianza?. Supuestas corruptelas al margen, es muy difícil darle el voto a Convergència, pues si no ha sabido gestionar su propia ... contabilidad, confiarle las finanzas públicas de nuevo es casi una temeridad. Esperemos que la investigación del caso Palau, del que da buena cuenta ABC en estas páginas, no acabe con un desahucio en la calle Còrsega. Porque más allá de las responsabilidades penales que se puedan concluir, la presunta financiación irregular de CDC debería animar a los partidos políticos a abordar de una vez una regulación valiente al respecto. Y dada la fascinación que las campañas electorales americanas generan en CiU, imitar esa transparencia casi total que permite al ciudadano conocer quiénes son los benefactores de cada formación.
Recordarán que Oriol Pujol, secretario general de CDC, viajó en septiembre la Charlotte (Carolina del Norte), para asistir a la Convención del Partido Demócrata donde Barack Obama fue elegido candidato a las elecciones presidenciales. Pujol dice que se quedó fascinado con la frase de moda entre los asesores demócratas «It’s the middle class, stupid!» (¡Es la clase media, estúpido!), haciendo suyo el error de bulto que supone confundir a la clase media con la clase trabajadora, olvidada tanto por los candidatos americanos como por los nacionalistas.
Lo han hecho durante dos años de mandato y lo siguen haciendo en esta campaña donde, según la propaganda que llega a nuestros buzones, el estado propio catalán es necesario para «superar la crisis y avanzar hacia el crecimiento económico y la generación de puestos de trabajo». Un proyecto, dicen, «que garantizará la cohesión social y consolidará nuestro estado del bienestar». Cuestión de fe, pero insulto también a la inteligencia de esos votantes de CiU que, según dijo en su día el secretario general de CiU, Josep Duran Lleida, son más instruidos que el electorado de otros partidos.
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