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Sociedad / III Congreso de Mentes Brillantes

«Estamos exigiendo y enseñando como en el siglo XIX»

¿Qué hemos hecho para que nuestros hijos entren en el sistema educativo queriendo ser astronautas y que salgan queriendo ser funcionarios?, fue una pregunta planteada en «El Ser Creativo»

Día 09/11/2012 - 20.33h

«¿Qué hemos hecho para que nuestros hijos entren en el sistema educativo queriendo ser astronautas y que salgan queriendo ser funcionarios?». Esta fue la pregunta que se planteó Richard Huguet, fundador de Invenio, Learn.by.doing, durante sus 21 minutos de exposición en «El Ser Creativo», el II Congreso de Mentes Brillantes que cierra hoy en Madrid.

Huguet, se contestó: «algo estamos haciendo mal». Para el vicepresidente del Club de exalumnos del Instituto Tecnológico de Massachusetts, el modelo educativo actual está caduco porque se ha perdido interés en lo que quieren y son los alumnos.

«No hemos entendido las necesidades del mercado educativo», ha señalado. Huguet ha explicado que sí, que el sistema de educación es un mercado, en el que la oferta la monopoliza el Estado y no se toma en cuenta lo que quiere la demanda, que son los alumnos. «¿Se imaginan una empresa que nunca se haya detenido a preguntar a sus clientes si les gusta lo que ofrecen? Quebraría».

Para el fundador de Invenio, Learn.by.doing, una iniciativa que colabora con colegios, instituciones y empresas para promover la innovación, la creatividad y el talento con figuritas de LEGO, en España se comparan a los niños de hoy con los alumnos de las postguerra, una situación que considera «injusta», debido a que en ese momento histórico el país necesitaba cosas muy distintas a las de hoy en día. «Estamos exigiendo y enseñando como en el siglo XIX», consideró.

Los niños ahora son nativos digitales, según varios estudios mencionados y entre sus anhelos cuando sean mayores no está el poseer vivienda o un coche propio. Ante esta realidad, ya las inmobiliarias y la industria automovilística está adaptando sus productos pensados para compartir.

Las empresas como Hewlett-Packard, explica Huguet, ya no buscan al ingeniero con mejores notas, sino a aquel que sea muy bueno, pero que también sepa hablar con el cliente, trabaje en equipo, comparta o aprenda rápido. Si los empleadores y las empresas que fabrican productos han cambiado tomando en cuenta las necesidades de estos jóvenes, ¿por qué no lo hace el sistema educativo?.

Adaptarse o morir

Nieves Segovia, presidenta de la iniciativa «Global Education Forum», no discrepa de las palabras de Huguet. «El modelo educativo anterior ya funcionaba mal con dinero. Ahora con la crisis funciona peor», apunto Segovia durante el debate entre los especialistas que intervinieron en la mesa «Revolución y educación» y «Reiniciándonos a partir de la ética».

Los expertos coincidieron que hay mucho miedo a adoptar cambios cuando a sistemas educativos se refiere. Los datos españoles no son alentadores ya que tiene el doble de repetidores y la mitad de alumnos excelentes que la media la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).

Estas cifras junto con la crisis económicas son un motor «ideal» para cambiar el modelo. «La crisis es una oportunidad para cambiar de paradigma. Es un reto. Hacer algo mejor con menos dinero», ha considerado Segovia.

Luis Cacho, presidente de la Fundación Promete, ha señalado que hasta el rol del profesor debe cambiar y debería comenzar a «aprender con los alumnos».

¿Y la creatividad?

Hay una consecuencia muy dañina de los actuales modelos de educación que se basan en encerrar al alumno en un salón de clases y donde se establece una relación unilateral, la pérdida de la creatividad.

El estadounidense Jeremy Baka, publicista y ganador de 300 premios de creatividad, ha explicado que la chispa creativa no surge si no se da una motivación, o se incentiva. Baka explicó que se ha perdido «la magia» en las aulas de clases, y la capacidad de «imaginar».

«Si quieres que tus niños sean inteligentes, léeles un cuento de hadas. Si quieres que sean más inteligentes, léele dos cuentos», ha considerado Baka, quien señala que toda los artefactos sofisticados que hicieron posible la llegada del rover Curiosity a Marte, no fueron frutos simplemente de la física y la ingeniería, sino de la creatividad de esos científicos. «La creatividad no es solo artística, sino que se puede aplicar a todo, a las matemáticas, a la ciencia, a todo», ha apuntado Baka.

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