Enrique Vila-Matas charla con uno de sus personajes, Paul Auster

El autor norteamericano se acercó junto a Enrique Vila-Matas, su improbable amigo, al Instituto Cervantes de Nueva York para apoyarlo en la presentación de la traducción al inglés de «Dublinesca», su última novela . Ambos autores estuvieron acompañados por Anne McLean, traductora al inglés de las obras de Vila-Matas y de otros autores como Javier Cercas o Julio Cortázar, quien se encargó de moderar la charla y en ocasiones hizo las veces de traductora en un coloquio que acabó siendo tan heterodoxo como sus participantes.

Como estaba entre amigos, Vila-Matas describió su última novela como se le explican las cosas a alguien con quien nos une un lazo íntimo. «”Dublinesca” es una especie de paseo privado a lo largo del puente que enlaza el mundo casi excesivo de Joyce con el más lacónico de Beckett», apuntó.

Precisamente leer a Joyce fue también el primer paso de Paul Auster en una senda que lo llevó a Dublín, la ciudad donde descubrió que quería ser escritor y donde conoció la obra de Samuel Beckett, el autor al que admira por encima de todos los demás.

La conexión de Auster con «Dublinesca» va mucho más allá de compartir devoción con Vila-Matas por los autores irlandeses. En esta obra Auster es también personaje. En concreto, el Auster ficcionado conoce a Samuel Riba, protagonista de la novela , en una visita del jubilado editor a Nueva York. Este encuentro, que llena a Riba de felicidad, es para él un sucedáneo de la satisfacción que habría sentido de haber cumplido su sueño: publicar la obra de un gran novelista.

Vila-Matas no es el primer autor que atrapa a Auster en las páginas de sus obras. Pese a que Auster nunca se siente identificado con la representación que otros hacen de su persona, el caso de Vila-Matas le ha producido una sensación distinta. «Con Enrique es diferente porque nos conocimos hace alrededor de una década. Yo admiro su trabajo y creo que él admira el mío», explicó Auster, quien se encargó de leer el fragmento en el que aparece mientras Vila-Matas lo observaba con una mezcla de interés, temor y respeto ; y con una sonrisa nerviosa frunciéndole los labios. «¡Qué vergüenza!», acabó confesando el barcelonés.

Aprovechando la traducción al inglés de «Dublinesca», la editorial New Directions ha explotado la oportunidad para promocionar otras novelas de Vila-Matas, de cuya traducción y publicación se ha encargado desde 2004. Por esta razón, en las últimas semanas el nombre de Vila-Matas ha aparecido con frecuencia en la prensa estadounidense, siempre acompañado de alabanzas.

Entre aquellos que lo han agasajado con cumplidos se encuentran la revista «The New Yorker», que lo calificó como «la figura más significativa de la literatura contemporánea en España» ; o el «New York Times», para quien Vila-Matas es «uno de los novelistas más distinguidos de España».