Diez claves para entender el 21-O
Manuel Marín
1.- Necesidad de una refundación de la socialdemocracia española. La catástrofe electoral sufrida por el PSOE tanto en Galicia como en el País Vasco aboca al partido a una profunda y urgente reflexión. Parece claro que gobernar en Andalucía y en Asturias dependiendo ... de otras fuerzas políticas no ha servido de revulsivo para consolidar el liderazgo de Alfredo Pérez Rubalcaba. El último congreso federal del PSOE, en el que se abordó el relevo de José Luis Rodríguez Zapatero, parece haberse cerrado en falso. Carme Chacón insinuó recientemente su intención de pugnar por el liderazgo del PSOE si una convulsión interna aboca al partido a un nuevo extraordinario. Pero más allá de Chacón, otros candidatos cocinan aún en silencio hipotéticas candidaturas.
2.- En Galicia, el PSOE no solo necesita un nuevo liderazgo, sino una nueva concepción del partido. Haber gobernado con el BNG en un bipartito hace ocho años le sigue pasando factura. Su dependencia del nacionalismo ha de ser revisada. La percepción de que el PSOE gallego sólo puede acceder al poder con concesiones programáticas de índole nacionalista, y en un enorme grado de dependencia, genera rechazo en el electorado. En Galicia, un PSOE en «clave española» gozaría de más oportunidades frente a la impostura de adoptar poses nacionalistas que solo le infligen castigos en las urnas.
3.- El bloque constitucionalista compuesto por PSE-PSOE y PP en el País Vasco ha sido víctima de su propio fracaso. Se han limitado a reconstruir la vía para el retorno del nacionalismo al poder. Ni Patxi López ni Antonio Basagoiti han podido consolidar sus respectivos liderazgos y probablemente surjan sectores críticos internamente que pongan en cuestión su liderazgo. Se avecinan tensos debates internos que los partidos deberán resolver más en clave nacional que estrictamente vasca.
4.- El PSE-PSOE de Patxi López ha fracasado estrepitosamente en su intento de capitalizar y rentabilizar en su favor el fin de ETA. Incluso Pérez Rubalcaba, en plena jornada de reflexión, lo intentó. Craso error puesto que el soberanismo que patrocinan PNV y Bildu ha acaparado prácticamente el 60 por ciento de los votos. La brecha del independentismo se abre en la nueva legislatura. El aviso de Íñigo Urkullu de que tratará de reeditar un «plan Ibarretxe» en paralelo al desafúio separatista de Cataluña y en comunión de intenciones con Artur Mas promete añadir peso a la presión rupturista sobre el resto de España.
5.- El Tribunal Constitucional, desarmando al Tribunal Supremo, a la Policía, a la Fiscalía y a la Abogacía del Estado, permitió el retorno de los proetarras a los Ayuntamientos y al Congreso de los Diputados. Ahora lo ha hecho también en el Parlamento vasco, con un resultado histórico para los considerados herederos de Batasuna: 21 escaños, lo que les generará ingresos de más de tres millones de euros al año como grupo parlamentario.
6.- La «diáspora vasca» amenazada en su día por ETA continúa sin poder votar. Los resultados de estas elecciones desvirtúan el mapa real de la sociedad vasca. Si Bildu concurre a las urnas, también deberían poder ejercer su derecho los más de 200.000 constitucionalistas que se marcharon del País Vasco por la amenaza de ETA y el riesgo para su vida. La reforma electoral y la resolución jurídica de esta falla en el sistema se imponen con urgencia.
7.- Patxi López pierde parte de sus opciones como hipotético líder nacional del PSOE. Si Rubalcaba fuese empujado por sus propias bases a dimitir, vería con buenos ojos la opción de Patxi López. Cosa distinta es que éste concitara el respaldo necesario y supiera despojarse de su etiqueta de «producto made in Zapatero». Hay sectores en el PSOE que propugnan una renovación drástica.
8.- El resultado electoral en Galicia supone un espaldarazo sin matices a la política de recortes de Mariano Rajoy por parte del electorado de esa Comunidad. 41 escaños, frente a 38 en la anterior legislatura, así lo avalan. El temor a un efecto desgaste, o a un castigo en las urnas –lógico y esperado en Génova– no se ha producido. Oxígeno para el Gobierno central y sus esfuerzos por luchar contra la recesión a golpe de medidas impopulares.
9.- El caos en el BNG ha permitido el retorno del populismo estrambótico. Beiras vuelve al Parlamento gallego mientras la apuesta que Mario Conde hizo por un confuso regeneracionismo político sin crédito alguno queda arrumbada en el cajón del olvido. El fracaso gallego de UpyD, pese a su éxito en las elecciones generales y pese a ser el escaño determinante que entregó el poder al PSOE en Asturias, augura un estancamiento en su proyección nacional.
10.- No se ha producido una abstención alarmante que prejuzgue una caída en picado de la confianza ciudadana en los políticos. Los movimientos extremos como el disperso 15-M, o el violento 25-s, no calan mayoritariamente más allá de sus golpes de efecto y sus escasos «minutos de gloria». En España hay un electorado estable. Ahora, y en el plazo de un mes, falta por conocer el alcance real del desafío independentista catalán. Sus urnas estarán abiertas el 25-N.
Manuel Marín es redactor jefe de Nacional.
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