Cuando Torrente también investigaba a las mafias chinas
La realidad siempre supera la ficción y, en esta ocasión, algunos puntos de la «operación Emperador» han sobrepasado el guión de Santiago Segura
La operación policial desarrollada este martes en el polígono madrileño de Cobo Calleja contra las mafias chinas ha recordado a más de uno, sobre todo los tuiteros , a la primera película de Santiago Segura, «Torrente: El brazo tonto de la Ley» .
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La realidad suele superar a la ficción. Como dice la columnista de ABC, Mayte Alcaraz , Torrente fue un adelantado a su tiempo con la investigación de las mafias orientales. Y es que el casposo y detestable inspector don José Luis Torrente, fue el primero en preocuparse de investigar el «El rollito way» en la susodicha película de 1998.
En aquella ocasión, el álter ego de Santiago Segura, perseguía a una banda mafiosa de personas inmigrantes chinas que traficaban con diversas sustancias. Pero la realidad siempre supera la ficción. En la «operación Emperador» las cotas de surrealismo han llegado más alto con la aparición de un famoso actor porno como Nacho Vidal y un presunto líder como Gao Ping, un obseso del poder, las «facturas limpias» y la disciplina bajo amenazas . Incluso en una llamada telefónica intervenida a Gao Ping se habla de amputar miembros a empleados, tal y como pasa en la película española, cuando cortan una oreja a uno de los chinos implicados .
Sin embargo, la escena más famosa de la película, aquella en la que Torrente le decía a una camarera de un restaurante oriental eso de -«¡Chinita, chinita! ¿Ésto qué es?». -«Bambú». -«Ésto es lo del oso panda, ¿tengo yo cara de oso panda?» , no parece que haya sucedido en la realidad. Lo que si que ha ocurrido en ambas tramas es la relación entre empresarios españoles y chinos , tal y como aparece en el film, donde el restaurante de la escena era una tapadera para blanquear dinero .
Ejemplar trabajo policial
Pero imaginemos que hubiera pasado si la investigación, en vez de haberse realizado con la eficacia de la Policía española, la hubiese llevado a cabo Torrente. Es cierto que el trabajo de éste en la película transcurre en las calles traseras de la Gran Vía y no en un polígono industrial. Pero todos recordamos cuando sus «colaboradores» se dejan olvidado el DNI en el restaurante en el que se cuelan para investigar, o cuando el «Cuco», interpretado por el genial Gabino Diego, se lleva unas «muestras» del laboratorio de los mafiosos.
Afortunadamente la diferencia entre lo acontecido en Cobo Calleja y la película de Torrente ha sido la diligencia con la que las fuerzas de seguridad del Estado han estado trabajando más de dos años . Durante la operación se practicaron 108 detenciones y trabajaron en el operativo, coordinado por el juez Fernando Andreu, más de 300 policías de la Comisaría General de Policía Judicial para acabar con esta trama de blanqueo de capitales.
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