«Sorgo Rojo», el nacimiento de una nación cinematográfica
La película de Zhang Yimou sobre la novela de Mo Yan dio a conocer a la bella Gong Li y un cine dispuesto a comerse el mundo
La irrupción sin preámbulo ni presagio de «Sorgo rojo» en el Festival de Cine de Berlín de 1988 ocasionó tal estruendo que aún permanecen en el aire de Occidente los ecos del disparo: allí nació un director insólito, Zhang Yimou ; allí nació una actriz de aura, perfil y fuerza hollywoodienses, Gong Li , y allí nació, en cierto modo, un cine chino que se iba a comer el mundo tras años de revolución cultural y con la llegada de la sorprendente Quinta Generación.
La película estaba basada en la novela del mismo título de Mo Yan y resume los cinco relatos que se entrecruzan durante la ocupación japonesa del país en los años treinta. Se centra en la historia de una joven mujer que se convierte en la esposa forzada de un bodeguero leproso y en las pasiones que enlazan la naturaleza, la guerra, el amor y la labor... El mayor o el primer impacto de esta película es esencialmente visual: Yimou logra que la pantalla contenga y exponga toda la emoción y el drama mediante un tratamiento del color y de la imagen nunca vistos hasta ese momento, y que enciende de rojo y simbolismos cada centímetro de la trama.
Es minuciosa y sorprendente en sus descripciones, desde cómo se elabora y se cuida ese vino hecho del sorgo hasta cómo se transforma en rojizo también ese ímpetu amoroso entre los amantes. Pero el segundo y tan crucial impacto es el tratamiento de Yimou de la figura femenina, otorgándola ya de un carácter y de un atractivo emocional que sería una constante de toda su posterior y brillantísima obra... Las mujeres de Zhang Yimou (en muchas ocasiones encarnadas por la prodigiosa Gon Li) han sido el remolino que le dado el aire y la energía a la gran expansión del cine chino, en el que aún resuenan, casi tres décadas después, los tambores de acontecimiento que trajo «Sorgo rojo» .
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