Museo Thyssen: dos décadas prodigiosas

Han pasado veinte años ya, desde aquella primera visita del barón al edificio remodelado por Rafael Moneo , [ ABC lo captó y lo llevó a su portada en abril de 1987 ], en el que muchos años después la baronesa Thyssen se encadenó en los jardines de Palacio para salvar de la tala setecientos árboles del plan especial Prado-Recoletos.

Un millar de cuadros , dos décadas prodigiosas de arte, un soplo de vida nueva artística en Madrid, luz, paisaje y color. El Thyssen, que cumple hoy veinte años, ha recorrido y recorrerá la historia del arte con un carácter «enciclopédico», señala a ABC su actual director artístico, Guillermo Solana . Y en esta paisaje con figuras el barón Hans Heinrich Thyssen (1921-2002) es figura decisiva, esencial.

Heredero del impulso coleccionista de arte antiguo de su padre, en 1961 , en una subasta en Stuttgart, a dquiere una joya de Nolde, «Joven pareja» , y «Heini» Thyssen, II barón Thyssen-Bornemisza, se lanza a una carrera verdaderamente desenfrenada y vertiginosa para construir una colección de arte moderno, apunta Solana. De repente, el coleccionista conservador , dedicado al arte clásico, empieza a comprar todo el arte abstracto del siglo XX: expresionismo alemán, constructivismo ruso y holandés, realismo alemán de entreguerras, expresionismo abstracto norteamericano...

La sede de Lugano se le queda pequeña a Hans Heinrich Thyssen y gracias a la española Carmen Cervera se «edifica» uno de los proyectos artísticos más importantes de nuestra historia moderna: la llegada a España de la colección Thyssen . La ayuda de Tita Cervera resultará esencial : «Fue ella quien le animó a encontrar esta sede de Villahermosa, no solo por el beneficio de España sino de la propia colección. Tita fue la que trajo a España la colección , la que contribuyó a decidir al barón a trasladar a España la colección. Yo creo que Tita obró en provecho de España y en beneficio del barón y su legado», recuerda Guillermo Solana.

Su antecesor en la dirección artística del Thyssen desde 1992 a 2007 , Tomás Llorens , incorpora un aspecto muy interesante al debate: la derrota del escepticismo en unos tiempos, principios de los años noventa, asaltados por otra crisis económica. «Cuando llegó la colección a España había una gran expectación y unos sectores que contemplaban esa adquisición con bastante escepticismo , y había opiniones negativas respecto de la viabilidad y del futuro del museo; no mayoritarias, pero sí relevantes en el mundo del arte. Todos estos años han demostrado que la decisión de adquirir la colección y crear el museo fue completamente acertada ».

En abril de 2002 fallece el barón Thyssen . ¿Se le ha reconocido suficientemente su esfuerzo? «No digo que se le haya olvidado -dice Solana-, pero no hay todo el reconocimiento a su legado que merece; no hay reconocimiento público . Nosotros, desde luego, cada día agradecemos al barón y tenemos presente todo lo que hizo, porque vivimos en su obra, entre sus logros».