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Piranesi, arquitecto del papel

Caixaforum acoge una muestra con más de 250 obras del genial artista italiano

maría güell

Ayer era el cumpleaños de Piranesi y qué mejor manera de celebrarlo que abriendo las puertas a su universo de una forma original, atractiva y cautivadora. Nació en Venecia en 1720 y pronto se trasladó a Roma donde desarrolló su imaginación en tantísimas artes que hoy en día son conocidas pero que no lo eran en su época. Fue grabador, anticuario, diseñador, arqueólogo y dibujante, entre otras disciplinas.

«Las Artes de Piranesi» confirman que fue un hombre un tanto excéntrico. CaixaForum recibe más de 250 grabados originales suyos combinados con un proyecto expositivo que presenta al artista como un «creador moderno y comprometido con la renovación de la arquitectura», explica el director del estudio de arquitectua aMDL de Milán, Michele De Lucchi.

Sus episodios de locura le llevaron a idear mundos inexistentes como las cárceles imaginarias fruto de lo que Margarite Yourcenar bautizó como «el cerebro negro» de Piranesi. En esta exposición entenderemos bien este proyecto gracias a un vídeo en 3D de las «Carceri d’invenzione»; la fuerza de estos dibujos en comparable a los Caprichos de Goya. Gracias a este audiovisual podemos viajar por estos espacios fantásticos que él mismo inventó.

Los objetos cobran vida

El empeño por explicar la inmensidad de su legado también ha llevado a dar volumen y forma a ocho objetos originales ideados por Piranesi que nunca antes se habían fabricado. El estudio madrileño Factum Arte ha elaborado prototipos de dos trípodes, un jarrón, un candelabro, un altar, una silla dorada, una cafetera y una chimenea que ahora el público puede conocer, colocados en peanas en el centro de las diferentes salas.

De todos ellos, el que llama más la atención es la «Silla Grotto». Una silla majestuosa dorada, con un respaldo en forma de concha que sirve de ejemplo para reconocer el gusto rococó veneciano de Piranesi.

Pero, por encima de todo, su obsesión siempre fue la arquitectura. Le encantaba dibujar las ruinas y dibujar edificios que nunca se construirían. Él daba el mismo valor a la invención que a la construcción y se autodefinía como «el arquitecto del papel».

Al final del recorrido podemos hacer un ejercicio muy atractivo de contraponer los grabados de sus conocidas «vedute» (vistas, en perspectiva, típicas del Settecento) con las fotografías tomadas en él mismo lugar por el fotógrafo y documentalista Gabriele Basilico. Veinte imágenes en las que el fotógrafo invita a ver los lugares que visitó y dibujó en su tiempo Piranesi. Un delicioso viaje por el legado de uno de los grandes artistas de todos los tiempos.

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