Con una longitud exterior de 4,21 metros de largura, una anchura de 1,88 y una altura de 1,51 metros, el crossline coupé resume buena parte de la praxis que la marca utilizará en futuros todocamino. De hecho, hay quien opina que podría dar lugar al futuro Q2, situado, por medidas y precios, en la oferta de los aros por debajo del actual Q3. Tiene una distancia entre ejes generosa (2,56 metros), 4 asientos y un techo desmontable en el tramo superior, al mejor estilo targa (una vez abatida de forma automática se aloja en las plazas traseras y parte del maletero).
A su vez, se sirve de un sistema de impulsión híbrido configurado por un motor de gasolina 1.5 tricilíndrico y sendas mecánicas eléctricas: una hace las veces de alternador y motor de arranque, y la otra mueve directamente el vehículo (hasta 130 km/h o por espacio de 86 km).
La potencia conjunta del crossline coupé es de 177 CV, su velocidad punta de 182 km/h y la aceleración hasta 100 km/h, saliendo desde parado, de 8,6 segundos (o de 9,8 en modo eléctrico puro).
Lleva una batería de ión lito con una capacidad de 17,4 kWh y no requiere más que 1,1 l/100 km (26 g/km), en parte por la ligereza del conjunto (1.390 kg). Ésta responde a un sistema de fabricación, conocido como Multimaterial Space Frame, que combina perfiles de aluminio y piezas de plástico reforzado con fibra de carbón (CFRP) y plástico reforzado con fibra de vidrio (GFRP).












