El Supremo confirma que el hotel de El Algarrobico invade una zona protegida

Domínguez subrayó que, tras conocerse hoy dos nuevas sentencias del Tribunal Supremo sobre el caso, en esta ocasión sobre la servidumbre del dominio público que invade la edificación, «no cabe lugar a dudas de que, al menos los cien primeros metros del edificio son ilegales».

Queda esperar una última sentencia que será definitiva y que el representante legal de Greenpeace , Salvemos Mojácar y Ecologistas en Acción opina «está al caer», la del Tribunal Superior de Andalucía (TSJA) sobre la licencia de obras que obtuvo en 2003 el complejo turístico, construido en zona natural proteg ida y a menos de cien metros de la costa, en contra de lo que dicta la ley. «Ese será el golpe definitivo», sostuvo el Jiménez, quien apuntó que el juzgado contencioso administrativo de Almería ya declaró en 2008 que el permiso de obras era ilegal , por encontrarse la edificación en una zona natural protegida.

La administración, dijo, está obligada a actuar de oficio y demoler la totalidad del edificio que atenta flagrantemente contra la norma vigente, declaró. El abogado recordó el «compromiso» del ministro de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente , Miguel Arias Cañete, de estudiar la posible demolición de El Algarrobico, como se conoce popularmente al hotel que se levanta en esa playa con 20 plantas y mas de 400 habitaciones. El estudio técnico para la demolición, tratamiento de residuos y la regeneración del entorno de El Algarrobico se encargó en julio a la empresa estatal Tragsa.

La sección quinta de la sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Supremo anunció hoy que desestimaba los recursos de casación de la promotora Azata del Sol y una filial responsables del hotel contra la sentencia de la Audiencia Nacional sobre la orden de noviembre de 2005 del Ministerio de Medio Ambiente que aprobó el deslinde de los bienes de dominio público marítimo terrestre en un tramo que afecta la edificación.

El alto tribunal ratificó así la sentencia pronunciada por la Audiencia Nacional en la que se confirmaba el deslinde de 100 metros desde la línea de costa aplicado por la Dirección General de Costas en El Algarrobico, donde en 2002 quedó paralizada la construcción del hotel cuestionado, situado a menos de 50 metros de la costa. Según la nota, la casación no ha lugar , porque «la Sala de instancia no infringió los preceptos que regulan la valoración de la prueba pericial ni efectuó una valoración irracional o arbitraria del conjunto de la prueba documental».

La sentencia impone a Azata del Sol el pago de 4.000 euros por costas procesales y 5.000 euros de los honorarios del abogado de la parte recurrida, y mil euros por concepto de representación y defensa de la Administración autonómica que compareció como recurrida.

Según la sentencia, «cualquier propietario de suelo» tiene el «deber jurídico» de soportar la anchura de la servidumbre de protección legalmente establecida (en este caso de cien metros), «sin que puedan invertirse los términos de los deberes que el ordenamiento jurídico impone a la Administración y a particulares». Y recuerda que no se exime de esa obligación por adquirir terrenos pendientes de deslinde , ante lo que se «precipita» solicitando licencias y permisos para construir un hotel sobre un suelo «que resultó legalmente gravado con servidumbre de protección». «No está en lo cierto la recurrente al asentar su confianza legítima en los hechos relatados, ya que el deslinde, al que estaba sujeta la zona, sólo había sido aprobado provisionalmente con una anchura también provisional », añade el documento.

Sobre el segundo recurso de casación interpuesto por Azata del Sol contra el deslinde dispuesto por orden ministerial, el Tribunal apunta que «no ha lugar» porque la sentencia recurrida «no ha incurrido en incongruencia omisiva» y no ha infringido lo establecido en las disposiciones de la Ley de Costas.

El objetivo final de las demandas interpuestas contra el hotel es, según las organizaciones ecologistas y cívicas que las promueven, su demolición total o parcial, en tanto no todo el edificio invade espacio público.

Pendientes de sentencias firmes sobre los muchos procesos abiertos contra El Algarrobico, como se conoce popularmente el proyecto hotelero de Azata del Sol en esa playa del parque Cabo de Gata, la Junta de Andalucía firmó un acuerdo con el pasado gobierno para cofinanciar los trabajos de derribo y restauración del espacio invadido.