Madrid, la ciudad más sostenible de España

Madrid ha sido reconocida como la ciudad más sostenible por presentar una muy buena posición en los siete criterios seleccionados del estudio para medir la sostenibilidad: CO2 ; energía ; sector residencial ; movilidad ; generación y gestión de residuos ; agua y calidad del aire . Cada unas de las categorías tuvo un ganador: Zaragoza (CO2 y sector residencial); Málaga (energía); Palma de Mallorca (movilidad y calidad del aire) y Vitoria (generación y gestión de residuos y agua).

Las ciudades premiadas han recibido un diploma que recogieron los representantes de Medio Ambiente respectivos.

El estudio ha incluido las capitales de todas las comunidades autónomas de nuestro país así como el resto de ciudades más pobladas hasta alcanzar el número de 25. De este modo, la ciudad menos poblada incluida sin ser capital autonómica es La Coruña, con 246.028 habitantes, mientras que la capital autonómica con menos habitantes es Mérida donde residen 57.797 personas.

El estudio concluye que en ninguna de las categorías existe un líder con un comportamiento excepcional , así como tampoco hay ninguna ciudad con valores extraordinariamente negativos.

Las 25 ciudades son: La Coruña; Alicante; Barcelona; Bilbao; Córdoba; Gijón; Hospitalet de Llobregat; Las Palmas de Gran Canaria; Logroño; Madrid; Málaga; Mérida; Murcia; Oviedo; Palma de Mallorca; Pamplona; Santander; Santiago de Compostela; Sevilla; Toledo; Valencia; Valladolid; Vigo; Vitoria y Zaragoza.

Los autores del estudio consideran que la existencia de determinados medios e infraestructuras es, en la mayoría de las dimensiones, clave para aumentar la sostenibilidad de una ciudad. Caben destacar en este sentido los sistemas de transporte colectivos , las plantas e instalaciones de tratamiento de residuos e incluso la disponibilidad de diferentes circuitos de agua , así como las iniciativas puestas en marcha en cada ciudad. Incluso aseguran que estos medios e infraestructuras pueden mejorar la calidad de vida.

«Pero también es muy importante el comportamiento de los ciudadanos», apunta Dueñas. Se trata, en definitiva, de crear una «cultura verde».

Aunque la puesta en marcha de esos medios e infraestructuras requieren inversiones que muchas ciudades no pueden acometer. Las diferencias existentes entre ciudades en lo que respecta a su población o riqueza, e incluso la extensión de su término municipal, explican algunas de las diferencias de comportamiento.

¿Cómo impulsar el desarrollo de infraestructuras como un carril bici en plena época de recortes?. «No es el momento más adecuado pero una cosa es optar por reducir la inversión y otra no hacer nada. En Madrid, por ejemplo, se han hecho cosas caras pero que terminaron rindiendo», sostiene Dueñas. «Se trata de priorizar: realizar menos gasto corriente y dedicar dinero a infraestructuras sostenibles», añadió.

«Las políticas medioambientales no son más caras sino que ahorran», señala la presidenta de Siemens en España, Rosa García .«Invirtiendo puedes conseguir reducir, por ejemplo, el consumo energético de un edificio en un 30 o 40% y estas inversiones se recuperan rápidamente», añade.

«Se piensa que cuidar el medio ambiente supone plantar árboles pero también implica ahorrar agua, que es cara o luz, que también lo es y dichos ahorros pueden servir para echarle una mano a los ciudadanos que lo pasan mal», señaló.

«A mayor calidad de vida, la población se vuelve más exigente», señaló durante la presentación del estudio, la alcaldesa de Madrid, Ana Botella. Ello explica que pidan más políticas medioambientales. El estudio, de hecho, confirma su hipótesis inicial: más recursos disponibles suelen estar asociados a más actuaciones, y por ende a más resultados, en la mejora de la sostenibilidad. Nuevamente, los líderes de cada una de las categorías son ciudades con una renta per cápita superior a la media.