El Gobierno quiere alquilar la antigua finca de la familia real griega en Tatoi

En la lista de propiedades que el Estado pone en el mercado se incluyen también además de 40 islas inhabitadas que también se podrán alquilar por 50 años y varias importantes propiedades en el extranjero como la residencia consular en Londres (una casa de 950 metros cuadrados en Holland Park), un edificio de oficinas en Bruselas de 2.850 metros cuadrados, una residencia de estilo barroco de 2..376 metros cuadrados en Belgrado, otra de 1.200 en Llubljana y un edificio de 8.000 metros cuadrados en Nicosia.

El Estado griego necesita conseguir recortar sus gastos y aumentar sus ingresos desesperadamente. El gobierno tiene hasta el domingo para dar a conocer los nuevos recortes en gastos públicos para los próximos dos años por valor de 11.500 millones de euros.

La finca de Tatoi es posiblemente la mayor de Grecia en manos privadas desde el siglo XIX hasta el exilio del entonces rey Constantino de Grecia en noviembre de 1967. Está situada en la ladera de la montaña Parnitha, a media hora de Atenas, y tiene una extensión de 4.200 hectáreas , de las cuales 3.900 son zonas forestales de extraordinaria belleza.

Entre los edificios destaca el propio Palacio y una serie de 40 edificios adicionales (desde una granja hasta bodegas). También se encuentra un cementerio con una iglesia y monumentos funerarios, donde están enterrados todos los reyes de Grecia , desde el fundador de la dinastía, Jorge y su mujer Olga hasta los padres de la Reina de España, Pablo y Federica y el Príncipe Andreas, padre del Duque de Edimburgo. En este momento está poco vigilada y algunos de sus edificios muy deteriorados, aunque las autoridades han hecho esfuerzos para conservar lo más valioso.

Tatoi pasó a ser propiedad del estado griego tras un largo proceso legal con la familia real griega que terminó en el Tribunal de Estrasburgo. El rey Constantino y su familia obtuvieron en noviembre de 2002 tras la sentencia de dicho tribunal una compensación monetaria por todas las propiedades de su familia, con la que terminaba una dura batalla jurídica que duró de más de diez años. El entonces primer ministro socialista había declarado que con esta decisión, «se da un final definitivo e irreversible a las exigencias del ex monarca contra Grecia».