Artaud vuelve al manicomio

Tanto su reinvención del lenguaje como su crítica a la institución psiquiátrica, que sólo tenía sobre los pacientes «la superioridad que da la fuerza», calaron en los artistas de la posguerra. ¿Qué es en realidad el lenguaje y cómo Artaud trató de trascender sus límites? ¿Acaso no se pueden inventar nuevos códigos que transmitan con la misma efectividad, o incluso más, el contenido de un mensaje?

El Museo Reina Sofía –un antiguo hospital, recuerda uno de los comisarios– inaugura su temporada expositiva con «Espectros de Artaud. Lenguaje y arte en los años cincuenta» , un recorrido por las obras de los artistas que abrazaron el ideario del francés desde diferentes disciplinas: la escritura metagráfica, el dibujo, la poesía, la música y el cine. La muestra, comisariada por Kaira M. Cabañas y Fréderic Acquaviva , reúne más de trescientas obras procedentes de Estados Unidos, Francia y Brasil, y permanecerá abierta hasta el 17 de diciembre.

El director del centro, Manuel Borja-Villel, ha explicado que la colección explora una corriente «subterránea» de la posguerra, ya que el influjo de Artaud –surrealista disidente, dramaturgo, novelista, ensayista, poeta, pintor traductor y perturbado– quedó diluido entre otros movimientos artísticos de la época.

La muestra arranca con la voz del artista recitando «Alienación y magia negra» (1946). Dos piezas gráficas del autor dan paso a un extenso catálogo de manifestaciones letristas . El movimiento, fundado por Isidore Isou y Gabriel Pomerand en 1946, surge como una respuesta a lo que se percibe como «un fracaso social del lenguaje y la creatividad tras la Segunda Guerra Mundial».

Destacan tres novelas metagráficas de Gil Wolman, François Dufrêne o Maurice Lemaître, compuestas por letras, imágenes, símbolos inventados, jeroglíficos, notas, escritura braille... Poesías, piezas musicales y audiovisuales completan la reseña letrista, en la que el cuerpo (la expresión, el grito) se convierte en el puente hacia nuevas formas de expresión. «Un aspecto crucial para la comprensión del legado de Artaud es su intento de transformar la palabra en acción . [...] la reducción de la diferencia entre el habla y el gesto corporal, la fuerza y la forma», señala la comisaria.

El segundo tramo rastrea la influencia de Artaud en Estados Unidos, en el Black Mountain College . Figuras destacadas de la vanguardia estadounidense entraron en contacto con su obra: John Cage , Robert Rauschenberg, el pianista David Tudor y la escritora y poetisa Mary Caroline Richards. Cage compuso por aquel entonces su famosa Theatre Piece #1 (1952) , una mezcla de movimientos y sonidos planeados y otros espontáneos. Fotografías, partituras y programas ilustran este momento.

Otro de los espacios expositivos indaga en la relación entre la herencia del francés, la poesía concreta y la geometría expresiva en Brasil.

Dos corrientes de la antipsiquiatría terminan el recorrido. La de Nise da Silvela, doctora que conocía la obra de Artaud y abrió un taller de pintura para estimular la creatividad de sus pacientes; y la de los letristas, que llevaron a cabo una campaña contra Gaston Ferdiére , el psiquiatra que trató a Artaud y años más tarde a Isidore Isou, internado a la fuerza en 1968. La muestra recoge los folletos, carteles y libros generados a raíz de aquel suceso.