Las peores lesiones de la última década

Algunos jugadores no pueden decir lo mismo. Los accidentes en el fútbol pueden acarrear importantes lesiones que pueden obligar a la retirada de los futbolistas.

Un ejemplo de ello es el belga Luc Nilis.Tuvo que retirarse para siempre del terreno de juego cuando siendo jugador del Aston Vila en 2001 un tremendo choque contra el portero rival del Ipswich Town le fracturó la rodilla por dos partes.

El jugador del Deportivo Manuel Pablo sufrió en 2001 una doble rotura de tibia que le apartó de los terrenos de juego durante meses, impidiéndole acudir al Mundial de Corea y Japón. Tras su recuperación, la lesión solo le permitió jugar 28 partidos en las dos siguientes temporadas.

En 2005, el jugador del Botafogo Luciano Almeida tuvo la desgracia de que la bota se le quedase enganchada en el césped cuando fue a cortar un balón, dislocándose el tobillo. Tuvo que salir con oxígeno del estadio para no caer desmayado por el dolor y no volvería a vestirse de corto hasta cinco meses después.

El guardameta del Chelsea, Petr Cech juega con un casco de rugby adaptado desde el golpe que recibió en la cabeza el 14 de octubre de 2006, cuando el centrocampista del Reading, Stephen Hunt fue a por el balón. Se temió por su vida después de diagnosticarle una fractura de cráneo que podía dejar graves secuelas neurológicas. Milagrosamente se recuperó, pero tardó tres meses en volver al campo.

El delantero francés, Djibril Cisse , se perdió el Mundial de 2006 al romperse la tibia y el peroné de su pierna derecha cuando jugaba un amistoso con su selección. El defensa le empujó y Cisse perdió el equilibrio con tal mala suerte que al caer se le torció la pierna.

El 23 de Febrero de 2008, una entrada de Martin Taylor le provocó a Eduardo Da Silva , jugador del Chelsea, una rotura de peroné, quedando su tobillo izquierdo dislocado. Un año después, el jugador volvió a vestirse de corto completamente recuperado.

Iñigo Diaz De Cerio , delantero de la Real Sociedad en 2008, trato de aprovechar una mala cesión al portero del equipo contrario, Zigor, quien al despejar el balón golpeó la pierna del donostiarra. Al tener la pierna derecha apoyada, el choque le provocó una fractura de tibia y peroné que le dejó tirado en el suelo retorciéndose de dolor.

Pero la peor lesión de todas ocurrió en 1998. El defensa del Coventry, David Busst sufrió una doble perforación de tibia y peroné en un choque contra Denis Irwin, defensa del Manchester United. El golpe fue tan grande que el hueso le perforó la piel derramando tanta sangre que hubo que limpiar el campo. El portero de United, Peter Schmeichel, que presenció el accidente en primer plano tuvo que recibir asistencia psicológica. Busst no pudo volver a a jugar profesionalmente.