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AMISTOSO

España solventa un bodrio ante Puerto Rico

Los campeones acaban contagiados de un rival muy inferior en un aburrido choque

España solventa un bodrio ante Puerto Rico EFE

JOSÉ MANUEL CUÉLLAR

El partido, ya lo saben, tenía pinta de ser una pachanga infame. Bien, lo fue. No es de recibo que se monte un partido en Puerto Rico a tres días de empezar la Liga , por muchos dos millones de euros que le den a la Federación Española de Fútbol, que más parece una recaudadora que un organismo que mira por el bien de los suyos. [Narración: Así hemos contado el partido] Con un césped mitad sintético, mitad natural, lo que era un campo de béisbol se convirtió en un campo de fútbol o similar, con el riesgo que además había para lesiones. Le tocó a Juanfran (esguince de rodilla) como le podía haber tocado a Monreal , Iniesta o Cazorla, que cayeron con grave riesgo de su salud.

Puro aburrimiento

El encuentro en sí fue un cachondeo ante una selección que cuenta en todo su territorio con 77 equipos. Una burla. Ni que decir tiene que España agarró el balón y ya no lo soltó . Puerto Rico, con un equipo sospechosamente fondón, se metió atrás y no es que saliera al contragolpe, es que apenas salía de su área. Todo lo más lanzaba un pelotazo a tierra de nadie con más ganas de respirar que de construir algo medianamente ofensivo.

La falta de goles vino dado por la aglomeración de locales, por un buen portero aunque luego se comiera el primer gol y porque España vio el percal y dijo que daba lo justo, ni una gota de sudor más , que el asunto no valía la pena. Y así a medio gas, o menos, los de Del Bosque creaban ocasiones de una o dos cada cinco minutos hasta que un disparo lejano de Cazorla empezó a hacer eses en el aire, indescifrable para William. A los tres minutos Cesc empaló un centro de Navas y el partido que estaba a borde de irse al abismo amenazó con irse al garete.

Estaba el encuentro con la mandíbula desencajada del aburrimiento cuando una jugada de colegio: saque del portero, cabezazo de cotinuidad, pilló a Ramos relajado en exceso . Cintrón marcó por el palo cercano y reavivió el choque.

La cercanía de la hazaña apenas animó a Puerto Rico, que nunca se lo creyó. España, aburrida de lo que tenía enfrente, acabó contagiándose de la ruina que tenía enfrente. Nada que les motivara, nada que les hiciera apretar los dientes, morder la bala, sudar más de lo que se debía. Así que todo se quedó en nada. Sucedían cosas, nimias, cuando la cogía Cazorla o Silva, pero poco más . El choque se murió con la misma tristeza con la que nació y se desarrolló. Nada que echarse a la boca. Una charlotada de partido.

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