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El secreto de las ofertas 3x2 en los supermercados

Las promociones de determinados artículos no siempre suponen ahorro para los consumidores. Descubrimos algunos «trucos» para que no nos den «gato por liebre»

El secreto de las ofertas 3x2 en los supermercados abc

a.f.vergara

Segunda unidad a mitad de precio. Llévese 3 y paque 2. Son algunos de los reclamos más habituales que nos podemos encontrar a la hora de hacer la compra. Pero ¿alguna vez nos hemos parado a pensar qué hay detrás de las grandes ofertas de los supermercados y centros comerciales?

Lo habitual es que no nos detengamos lo suficiente como para valorar si la oferta nos interesa, si al lado podemos encontrar productos similares a mejor precio, o si tras haber visto el anuncio de un artículo que nos pueda parecer interesante, al final hemos acabado llenando nuestro carro de la compra con otro tipo de artículos más prescindibles.

Hoy nos hemos preguntado de qué modo surgen este tipo de ofertas. Y nos hemos propuesto encontrar la respuesta.

Desde la Asociación Española de Supermercados no nos pueden aportar demasiadas respuestas, pues nos dicen que «cada cadena sigue su propia estrategia de ventas, y aunque formen parte de la misma asociación, no son muy partidarios de desvelar sus planes y promociones».

La primera cuestión que planteamos a los responsables de comunicación de esta asociación es de dónde proceden estos productos –los más habituales en las ofertas 3x2- con la intención de saber si se fabrican expresamente para este tipo de ventas especiales. Y la respuesta es que «han disminuido muchísimo los márgenes de beneficio».

Como dato general, desde ACES nos comentan que «ha disminuido el consumo de manera brutal, por lo que los supermercados intentan llegar al mayor número de clientes con un presupuesto variable».

Insisten en que cada cadena tiene su estrategia, pero «en general,

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se intenta atraer la atención del consumidor prestando mayor atención al factor precio que a la proximidad o servicio». Esto tiene su explicación. En tiempos de bonanza económica los clientes acuden a los establecimientos más cercanos o en los que encuentra un tipo de servicio muy específico. Al llegar la crisis «el consumidor no da tanta importancia al factor cercanía, y si tiene que desplazarse a varios establecimientos para encontrar el producto más barato, lo van a hacer».

Y según el portavoz de la asociación de consumidores FACUA, Rubén Sánchez, este desplazamiento en búsqueda del artículo más barato es aprovechado en muchas ocasiones por el supermercado o el centro comercial para hacernos «picar» con su catálogo de ofertas.

Mirar el precio por litro o por kilo de producto para saber su precio real

«En gran parte de los catálogos» nos aclara Rubén, «se da a entender que la mayoría de sus productos están en oferta, cuando en realidad son muy pocos los que están rebajados . Se puede considerar publicidad engañosa, porque se crean unas expectativas muy por debajo de la realidad». Se trata de usar la supuesta oferta como «gancho» para que acabemos llevando otros artículos que no necesariamente están a mejor precio que en otro establecimiento.

Nos aclara el portavoz de FACUA, que una vez en el establecimiento, lo más habitual es hacer la compra completa , y no solo de «dos o tres artículos que puedan estar rebajados».

Y en cuanto a los márgenes de beneficios recortados que nos exponían desde la Asociación de Supermercados, esta organización de consumidores nos alerta de nuevo. «Lo primero que tenemos que hacer es comparar precios . Es posible que otra marca que no sea la de la oferta 3x2 tenga un precio inferior llevando un solo producto».

Rubén Sánchez nos aclara también que en este tipo de ofertas de «llévese varios productos» corremos el riesgo de hacer una compra mayor que la que realmente necesitamos. «Si queremos un bote de tomate, lo mejor es comprar un bote de tomate, y no tres, porque eso eleva el gasto respecto al presupuesto que tenemos, y, si no nos fijamos bien en las fechas de caducidad, hasta es posible que se pase el producto sin que lo hayamos consumido».

Otro aspecto a tener en cuenta es la capacidad del envase. «lo mejor es mirar el precio por kilo o litro de producto, porque es posible que el producto ofertado sea más pequeño que el que no está en oferta».

Son algunas de las estrategias que manejan los centros comerciales y supermercados, que a fin de cuentas, basan su negocio en el número de ventas y en el margen de beneficios de las mismas.

La venta a pérdidas está prohibida

Pero en los últimos tiempos se ha llegado a denunciar la «venta a pérdidas» , es decir, ofertar un producto, generalmente una marca blanca o marca propia, a un precio inferior a su coste real para imponer su producto al de la competencia. Así lo denunció, por ejemplo, el sindicato agrario UPA en el año 2009. Según esta central, algunos establecimientos estaban vendiendo aceite de oliva a un precio inferior al de su producción. El secretario regional de UPA Andalucía, Agustín Rodríguez, llegó a afirmar que con este tipo de prácticas se estaba «usando el aceite de oliva como producto reclamo, y destruyendo el tejido productivo del olivar andaluz, no solo de la producción, si no de las marcas que no pueden competir con los precios de las marcas propias de los supermercados».

Desde la Asociación de Supermercados nos comentan que esta práctica, conocida como «dumping» está prohibida por Ley , y nos aclaran que actualmente, y en concreto acerca del precio del aceite de oliva, lo que existe es «un exceso de producción. Hay miles de toneladas en el mercado. La ley de la oferta te permite jugar con el precio . Cuando hay sobreproducción, el precio cae».

Se defienden además argumentando que en la relación existente entre el productor y el supermercado «este último no es el que se lleva el mayor margen de beneficio . Los productores debe organizarse en cooperativas para ganar espacio en la cadena desde investigación, limpieza o envasado del producto, con lo que este tiene un valor añadido que puede generar más beneficios al agricultor».

Sobre otras denuncias de «dumping» , como las realizadas por algunos productores lácteos de Galicia, desde ACES argumentan que «el 99 por ciento de las denuncias se ha demostrado que eran infundadas».

En todo caso, las posibles ofertas engañosas pueden provocar un efecto adverso entre os consumidores. Según Rubén Sánchez, de Facua, «si después de todas las recomendaciones al final nos sentimos engañados , se puede provocar en el consumidor un rechazo hacia el establecimiento».

Como recomendación final, desde esta asociación nos indican que lo mejor es limitarnos a comprar según nuestras necesidades , comparar los precios de los productos ofertados con los que no están de oferta, y no dejarnos llevar haciendo que una oferta de un producto provoque que hagamos en ese mismo establecimiento toda la compra del mes. En resumen: busque, compare….

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