Los dinosaurios del rock británico se rinden ante las estrellas de Londres 2012

El campeón de ciclismo y sorprendente ganador de la última edición del Tour de Francia, el británico Bradley Wiggins, es, además del nuevo rey de la bicicleta, un guitarrista decente y fervoroso fan del sonido «mod». Sus patillas inundan ahora, con sus triunfos deportivos, viñetas de periódicos, pancartas de ánimo a la escuadra local y las mejillas de muchos aficionados que las asocian a las victorias olímpicas británicas.

Y en la fiesta de Adidas del lunes pudo conocer a uno de sus héroes musicales, Paul Weller , líder en su día de The Jam y conocido como «padre del mod». Las imágenes de la velada muestran al ciclista de 32 años con un traje azul entallado, perfectamente uniformado según el canon de sus referencias musicales setenteras como The Who o The Jam, abrazado a un juvenil Weller, el «dandi» gruñón del pop-rock británico.

Aunque se sumó al fervor olímpico –en versión nocturna– en la cotizada velada Underworld de Adidas, Weller soltaba esta semana una de sus perretas cuando criticaba la «ola de patrioterismo» que habrían traído las Olimpiadas , y acusaba a la Familia Real británica de haber «secuestrado» el evento con su omnipresencia dentro y fuera de la competición.

Wiggins, nacido en Bélgica y criado en la localidad inglesa de Kilburn, cayó en el alcoholismo y vio a su padre morir tras una noche de borrachera antes de coger optar por la bici, inspirado por Chris Boardman, medalla en Barcelona 1992, y Miguel Induráin. En la fiesta, explicó que «la gente conoce menos esa faceta, pero me encanta la música, y me encanta estar aquí después de una gran semana».

El evento incluía un concierto en directo de los Stone Roses en un club «pop-up» en Shoreditch. La banda –que ha tocado este verano ante 150.000 fans en su Manchester local, además de en el Razmatazz de Barcelona y el FIB de Benicassim (en un concierto irregular, según nuestros críticos )–, se presentó una hora tarde . Y, hacia las 11 de la noche, se arrancaron con diez canciones, incluidos algunos de sus grandes éxitos como «I wanna be adored» o «Waterfall».

Entre el público, la nueva «Reina de Inglaterra», la campeona olímpica de heptatlón –y fan confesa de la banda–, Jessica Ennis, no se lo creía. «Tenía que venir. Adoro a los Stone Roses, no me puedo creer que les estoy viendo en un local tan pequeño», dijo.

A sus 26 años, la joven atleta, que asistió acompañada de su prometido, se ha convertido en una referencia para una generación británica decidida a admirar a campeones como Wiggins o Ennis, provenientes de la escuela pública británica y de entornos sociales poco acomodados.

Además de Brown y Weller, entre estas añejas majestades musicales rendidas ante el éxito del olimpismo joven figuraban el ex guitarrista de Led Zeppelin, Jimmy Page, el líder de Primal Scream, Bobby Gillespie o Boy George .