Hazte premium Hazte premium

cultura

México llora a «la dama del poncho rojo»

Recibirá un homenaje de cuerpo presente en el Palacio de Bellas Artes este martes

México llora a «la dama del poncho rojo» abc

Teresa plateros

Se apagó para siempre la voz rota de Chavela Vargas. Se fue definitivamente ayer domingo tras dar un susto el mes pasado a sus seguidores durante una gira en España, regresar a su inseparable México y sufrir una recaída. La cantante de rancheras murió a los 93 años en Cuernavaca lúcida, acompañada y, en su corazón, sintiéndose querida por miles de incondicionales a uno y otro lado del Atlántico, relataron sus más cercanos. Pasó la última semana de su vida internada en un hospital enfrentando problemas relacionados con una neumonías pero optimista, confesó hace días su médico de siempre, José Manuel Núñez García. Tras su recaída se filtró rápidamente que Chavela luchaba pero no quería que la ayudasen más de lo necesario ni que le prolongaran esa vida a la que tanto le cantó.

Llegó a México con 17 años, país del que adoraba su música y su espíritu

«Yo no me voy a morir porque soy una chamana y nosotros no nos morimos, nosotros trascendemos», llegó a decirles a sus seguidores Isabel Vargas Lizano, «Chavela». Intérprete de temas inolvidables como «Macorina», «La Llorona», «Las cosas simples» y «Volver, volver», entre tantos otros. Diarios como Reforma le quitaron en su portada el protagonismo a los Juegos Olímpicos para subir enseguida a sus portadas muerte de la artista, nacida en Costa Rica pero asimilada y renacida en México, país al que llegó con 17 años y del que adoraba su espíritu y su música.

Sus amistades

Sus primeros años en el país norteamericano fueron complicados, cantando en calles y bares pero se fue abriendo hueco estuvo arropada artísticamente por Pedro Infante y Javier Solís, además de ser amiga de Agustín Lara y José Alfredo Jiménez, con quien compondría los temas que la catapultarían a la fama cuando con 30 años decidió dedicarse profesionalmente a la música. Compañera de escenario de figuras como Eugenia León, Ana Belén, Miguel Bosé o Armando Manzanero, con otros artistas como Joaquín Sabina compartió además de la música la parranda. Le consideraba su «cuate», la palabra empleada en México para describir al mejor amigo de alguien. Sabina llegó a decir de Chavela que «por su obra y su personalidad» era «un patrimonio vivo de la cultura iberoamericana», recordó después de su muerte el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes de México (Conaculta). Mantuvo también amistades con la poetisa Pita Amor, el pintor Diego Rivera, el escritor Juan Rulfo y renació como artista en los noventa gracias a sus incursiones en el mundo del cine, especialmente en «La flor de mi secreto» y «Tacones lejanos» de Pedro Almodóvar.

Chavela, como le gustaba que le llamaran, sacó su primer disco en 1961

En México las redes sociales se convirtieron de inmediato en un hervidero de reacciones de seguidores y admiradores. La presidenta de Conaculta, Consuelo Sáizar, escribió un sencillo pero revelador mensaje («Los mariachis callaron») y anunció que el martes 7 de agosto habrá para Chavela un homenaje de cuerpo presente en el Palacio de Bellas Artes de la capital mexicana. Por su parte el escritor Alejandro Páez Varela escribió «se va la última de las bohemias», una mujer que fue «icono de cantinas, canción ranchera y desamor». Chavela, como le gustaba que la llamaran, lanzó su primer disco en 1961 de una larga serie que alcanzó los ochenta trabajos.

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación