Escarabajos coprófagos, «una vida de mierda» imprescindible para la naturaleza

«En los grandes medios abiertos la única manera de incorporar nutrientes al suelo son las heces de los hervíboros , así que cuando no existen estos bichos el pasto se agota», explica el investigador del CSIC Jorge Lobo. Según Lobo, esas heces son como un micro-hábitat en el que viven muchas especies de invertebrados, «pero los escarabajos serían los jefes, están en la cumbre de la pirámide de la boñiga», añade.

Quizás entre los escarabajos coprófagos los más peculiares sean los escarabajos peloteros , que hacen rodar bolas de excrementos para transportarlas a algún lugar dónde enterrarlas, depositar sus huevos y alimentarse. «Los peloteros nacieron en África en tiempos inmemoriales», comenta Lobo, y su estrategia «es de las más antiguas » de la naturaleza.

Bajo tierra, en la época de reproducción, estos peloteros hacen galerías con una cámara grande al final dónde depositan las bolas, del tamaño de una pelota de ping-pong, y en cada bola ponen un huevo. Eduardo Galante asegura que «incluso hay algunas especies en las que la madre cuida las bolas hasta que salen los adultos, una cosa inusual en la naturaleza». Según el científico, «tienen una tasa de reproducción muy pequeña , uno o dos huevos», y por eso son tan sensibles a las alteraciones y se deja notar tanto su ausencia . «Vemos lo importantes que son cuando hay zonas de sobrepastoreo, en la que se ha pasado a una gestión más intensiva y hemos transformado mucho el medio», dice Galante. Y entonces, encontramos esas zonas «llenas de excremento porque no hay escarabajos suficientes » para aprovechar y enterrar toda esa materia orgánica, añade.

Es lo que pasó en Australia, donde se llevó a cabo entre 1965 y 1985 el «Proyecto australiano de escarabajos coprófagos», un experimento que introdujo especies foráneas de escarabajos para controlar los graves problemas de contaminación que producían el exceso de excrementos del ganado. En 2001, un estudio confirmó el «excepcional éxito » del proyecto original y concluyó que «es indudable que su impacto en el suelo, agua, el estado de los pastos y en el control de las plagas de moscas equivale a muchos millones de dólares al año.»

A pesar de su importancia, estos insectos están desapareciendo debido a amenazas como los antiparasitarios que se aplican al ganado, los insecticidas o el abandono del medio rural, asegura Galante. Jorge Lobo corrobora esta afirmación, y explica que, por ejemplo, el 90 % de los registros históricos de escarabajos peloteros en España se produjeron antes de 1950. «Un pastor te diría que antes te los tenías que quitar de en medio, y ahora es rarísimo encontrarlos », dice Lobo, que añade que sólo se conservan poblaciones grandes de peloteros en lugares como Doñana o Cabañeros, dónde no se usan antiparasitarios o insecticidas y hay muchos grandes hervíboros.

El investigador pide mayor control sobre el uso de antiparasitarios y que se examine su impacto sobre los escarabajos, como se empieza a hacer en países Francia.