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Apartamentos turísticos: cómo evitar una posible estafa

En ocasiones, el estafador cobra el anticipo de un alquiler sobre el que no tiene ninguna relación o que ni siquiera existe

Apartamentos turísticos: cómo evitar una posible estafa YOLANDA CARDO

judith salmerón morán

La Federación de Usuarios Consumidores Independientes ( FUCI ) alerta de la proliferación de timos y engaños a la hora de alquilar un apartamento turístico a través de Internet. Los alquileres de apartamentos turísticos generan 21 quejas diarias a través de la red (un total de 954), según informó FUCI a principios de este mes en un comunicado. En lo que llevamos de época estival ha recibido un total de 954 consultas y reclamaciones al respecto.

Los principales problemas detectados por FUCI durante el pasado mes de junio y la primera quincena de julio son: la existencia de apartamentos inexistentes (2%), de inferior categoría (18%) o de menor capacidad de lo publicitado (31%) y falta de higiene (9%) entre otras quejas.

Según opina el presidente del Colegio de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria de Madrid ( Coapi ) Jaime Cabrero, «actualmente la dificultad de acceso al crédito que se vive en el ámbito de las entidades financieras, unido a la situación de crisis económica que impacta en el consumo, ha provocado un notable descenso de las transacciones, lo que claramente ha hecho que disminuyan de forma importante estas incidencias que, por otra parte, entran en la esfera judicial»

Los timos más frecuentes

El fraude más común en internet se refiere al cobro del anticipo de un alquiler falso. Una persona con nombre y apellidos falsos publica un anuncio de un alquiler que no existe o sobre el que no tiene ninguna relación . El anuncio puede tener una apariencia normal (incluso con fotografías del interior, que copian de otros directorios de anuncios), pero el precio del alquiler suele ser anormalmente bajo. Normalmente, el timador cobra el anticipo por giro postal u otros medios distintos a la transferencia bancaria. Además, se utiliza a un incauto como intermediario. Este incauto es el titular de una cuenta en la cual el timador recibe el dinero. Incluso el timador puede indicar su propia cuenta bancaria situada en el extranjero. En todos estos casos, el turista timado no suele denunciar por ser extranjero o por ser poco elevada la cantidad defraudada.

Según el presidente del FUCI, Gustavo Samayoa, el consumidor tiene que estar más atento cuando alquila un apartamento a través de la red, ya que es en internet donde se registra la cifra más alta de estafas. Los problemas con los que el usuario se encuentra podrían dividirse en dos clases. En primer lugar, el dinero y posteriormente el incumplimiento del contrato.

En relación al dinero, es frecuente aquel que contrata un apartamento de verano a través de internet cuyo supuesto propietario le pide que le mande una señal o pague entero el alquiler del piso antes de llegar y sin ningún tipo de garantía. «Cuando llega a su destino, ese apartamento no existe », asegura Samayoa. En estos casos, es recomendable que el usuario compruebe quién le oferta el apartamento (ya sea el propietario o el arrendador) antes de mandar el dinero y hacer una contratación, así como huir de las «gangas». Según el presidente del FUCI, «existen páginas web que te permiten dar una señal y no dar el visto bueno hasta que llegas al sitio y veas que todo está bien»

Por su parte, el incumplimiento de contrato se refiere a que el apartamento sí existe, la señal es correcta y aparentemente todo está en orden. Sin embargo, una vez el consumidor llega al apartamento, puede encontrarse con que es de menor categoría o capacidad que el que se había ofertado, falta de higiene y habitabilidad…con el agravante de que pueden cargarlo en la cuenta del usuario. Por ello, la recomendación que ofrece Samayoa es «no admitir llaves por correo, si no que alguien se encuentre allí para entregártelas», así como revisar y hacer un inventario del contenido (muebles, electrodomésticos…) e instalaciones para que posteriormente «no se le diga al usuario que lo ha roto él y lo tiene que pagar» admite.

Un fraude de 650 euros de media

Los apartamentos más caros, son los que ofrecen más garantías a sus consumidores. Por tanto, es entre los más modestos donde se suele dar, por lo general, este tipo de situaciones. Los estafadores, consiguen gracias a sus «triquiñuelas» una media de 600 y 700 euros por apartamento.

Además, son los jóvenes los que más riesgo tienen de ser estafados. La razón es sencilla. Tal y como explica Samayoa, es el perfil más frecuente de estafados, ya que «andan escasos de dinero y les ofertan algo maravilloso». Por el contrario, la tercera edad es la que corre menor riesgo de engaño. «La gente mayor ya contrata poco y cuando lo hace, por experiencia y sistema no se fía » asegura.

FACUA- Consumidores en Acción alerta también de que los fraudes suelen ocurrir en pisos que tienen precios muy sugerentes y que para pedir una cantidad por adelantado, los supuestos propietarios argumentan que les es imposible enseñarlo porque viven fuera de España o en una provincia distinta a la del inmueble. Así, FACUA recuerda que aunque normalmente los precios son bajos y sólo se ofrece un correo electrónico como medio de comunicación, también hay casos de precios acordes al mercado y teléfonos móviles de contacto .

Los expertos aconsejan

Ante estas situaciones fraudulentas, FUCI ha elaborado una práctica y sencilla guía para los usuarios de alquileres de apartamentos a través de Internet con el fin de que conozcan cuales son sus derechos a la hora de alquilar. En caso de ser victima de fraude debe presentar una denuncia en la comisaría de Policía Nacional o cuartel de la Guardia Civil más próximos a su domicilio, explicando lo sucedido y aportando las comunicaciones y datos que se poseen relacionados con el presunto estafador.

Por su parte, FACUA aconseja verificar que el arrendador es el dueño del piso a través de los registros de la propiedad y si se envía dinero, debe garantizarse que el destinatario es el auténtico propietario para evitar casos de suplantación de identidad. Aunque lo más recomendable es no pagar nada por adelantado sin haber entrado en el inmueble, es evidente que esta práctica es habitual , especialmente en alquileres de vacaciones. En cualquier caso hay que destacar que realizar el envío de remesas de dinero es más peligroso que una transferencia bancaria, ya que generalmente las entidades financieras permiten revocarlas en un determinado plazo.

Además, Jaime Cabrero aconseja a los consumidores que «consulten con profesionales especializados y de probada experiencia en el sector inmobiliario como los Agentes de la Propiedad Inmobiliaria, que conocen el mercado de forma real y pueden orientar a los operadores de la complejidad y circunstancias que rodean a cualquier operación»

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