Fuego y piedra en Stonehenge para celebrar la llegada de los JJOO
Un espectáculo nocturno ilumina esta semana el monumento megalítico como parte de la «Olimpiada Cultural» de Inglaterra
abc.es
Stonehenge no necesita excusas para ser lugar de peregrinación. Cada año, decenas de miles de personas acuden al aquelarre que celebra el solsticio de verano. La atracción mágica del lugar se multiplica estos días con «Fire Garden» , un espectáculo de fuego y velas ... en torno a los menhires que transporta a los visitantes a los rituales neolíticos. Un juego de elementos que se enmarca dentro de la «Olimpiada Cultural» que vivirá Inglaterra durante todo el verano.
La compañía francesa Carabosse es la encargada de encender cientos de velas formando un anillo de fuego en torno al crómlech , además de varias estructuras esféricas salpicadas de puntos luminosos, como grandes soles rodeando la galaxia Stonehenge. El acceso a las ruinas es limitado. Hoy tendrá lugar el último «pase» de la ceremonia, y las entradas están agotadas desde hace días.
El objetivo del encuentro es «inspirar, entretener y crear momentos que transformen a las personas y los lugares» , señala María Bota, directora del Festival Internacional de Arte de Salisbury , que comparte la organización del espectáculo con la Olimpiada Cultural. «Es una ocasión realmente mágica, solo estar aquí y poder tocar las piedras merece la pena. El fuego lo hace todavía más especial», aseguró una de las espectadoras en declaraciones a EFE.
La magia del solsticio de verano
El complejo de Stonehenge , al suroeste de Inglaterra (a dos horas de Londres), fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1986 . El recinto fue construido hace aproximadamente 5.000 años y está formado por grandes bloques de piedra distribuidos en cuatro circunferencias concéntricas. Se cree que los constructores se guiaron por el mapa celeste.
La evidencia que aportan los investigadores es el «efecto» que se genera en el conjunto cada 20-21 de junio. El solsticio de verano es el único momento del año en que el sol naciente atraviesa en línea recta el espacio entre las rocas hasta incidir en la piedra central del círculo, el «altar».
A poco más de un kilómetro de Stonehenge, existe una estructura similar de madera –ya desaparecida– unida al círculo de piedras a través de un corredor. Fue bautizada como Woodhenge y a su alrededor se encontraron numerosos huesos de animales y herramientas que demuestran, según los arqueólogos, la celebración de fiestas estacionales con grandes banquetes.
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