Hazte premium Hazte premium

Novedades

ENRIQUE SÁNCHEZ LUBIÁN

Eclipsada por la grandeza poética de sus hermanos mayores, Manuel y Antonio, la obra literaria de Francisco Machado quedó relegada en su día a un segundo plano. Gerardo Diego la calificó como la más modesta de l os tres hermanos líricos . Pasado ya medio siglo desde su muerte, su hija Leonor, nacida en Toledo en 1924, ha prologado una nueva antología de sus textos, publicada por Ediciones de la Torre bajo el título de Obras escogidas. En sus páginas destacan unas cuartillas del menor de los Machado glosando la influencia árabe en la ciudad de Toledo.

Entre los años 1918 y 1929, Francisco Machado residió en Toledo. Formando en la Escuela de Criminología de Madrid, entidad influenciada por las teorías penitenciarias regeneracionistas de Concepción Arenal y el espíritu de la Institución Libre de Enseñanza, ingresó en el Cuerpo de Prisiones. Tras prestar servicios en penales como los de El Puerto de Santa María o Cartagena, llegó a Toledo, fijando su residencia en el propio edificio de la Prisión Provincial, el antiguo Convento de Gilitos hoy sede de las Cortes Regionales de Castilla-La Mancha.

Siguiendo la estela de sus hermanos, también tenía aspiraciones literarias. En Toledo encontró el clima idóneo para desarrollarlas. En diferentes publicaciones toledanas de la época - El Practicante Toledano, El Castellano y la revista Toledo , fundamentalmente- fue dejando desperdigadas sus poesías. A la vez fue versificando las más populares tradiciones de la antigua capital castellana, que publicó bajo el título de Leyendas Toledanas en 1929 el editor Sebastián Rodríguez. Tras la guerra civil, la obra, corregida y ampliada, fue reeditada por Aguilar.

Durante sus años de estancia en Toledo, Francisco Machado y su esposa Mercedes Martínez fueron padres de tres hijos: Mercedes, Manuel (fallecido a los pocos días de nacer) y Leonor. Ella, bautizada en la Iglesia de San Cipriano y apadrinada por su tío Antonio, es la única que sobrevive. Tras la muerte hace unos meses de su prima Eulalia -hija de José Machado-, Leonor, a quien María Teresa León llamaba ojitos grises , se ha convertido en la referencia emocional de la familia Machado.

Como tal, no solo se prodiga en actos de homenaje a sus tíos, sino que también labora en la reivindicación de la obra poética y literaria de su padre. En febrero de 1959, el doctor Álvarez Sierra escribió un sentido artículo en ABC con motivo del vigésimo aniversario de la muerte de Antonio Machado en Colliure. En el mismo abogaba, también, por la condición lírica de Francisco, considerando que «su excesiva modestia y las obligaciones de su carrera administrativa dejaron en una zona de penumbra la gloria de sus versos». Además de Leyendas Toledanas , a su fallecimiento, Francisco ultimaba otro poemario Ráfagas de Inquietud y dejó registrado un repertorio de más de setenta canciones en la SGAE.

La aparición de estas Obras escogidas añade nuevas páginas al retrato literario de Francisco Machado que en los últimos años ha comenzado a emerger del olvido, gracias a trabajos como El Reloj de la Cárcel. Poesías y Leyendas Toledanas de Francisco Machado (Enrique Sánchez Lubián, Toledo 2005) y El otro Machado (Daniel Pineda Novo, Sevilla 2006). Junto a textos ya recuperados en estos dos libros, esta nueva antología aporta un interesante ramillete de poemas breves, pensamientos líricos, al estilo de los populares Proverbios y Cantares de don Antonio: El sabio siempre duda, / el necio siempre asegura. / Alma vidente, alma triste. / El necio no piensa, embiste . Entre las treinta y tres piezas seleccionadas hay unas anotaciones sobre la ciudad de Toledo redactadas para ser leídas en un programa radiofónico dentro de una serie de charlas sobre la influencia árabe en varias ciudades de España.

En el prólogo a esta edición, Leonor recuerda no solo a su padre y la estancia de su familia en Toledo, sino que nos introduce en detalles personales de su relación con sus tíos Antonio, Manuel y José, quien prodigó las bellas artes y realizó, durante su exilio en Chile, el retrato de Francisco que ilustra estas páginas. Una selección de fotografías familiares completa estas Obras escogidas , cuya cuidada edición también merece un sincero elogio.

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación