Las diferencias entre yihadistas y tuaregs impiden crear el estado de Azawad en Malí

«El anuncio (del nuevo estado) ha coincidido con su fracaso», añade Sidibe. En todo caso la iniciativa no cuenta con ningún apoyo exterior. La Unión Africana (UA) y la Unión Europea (UE) lo dejaron claro el miércoles en un comunicado conjunto .

Efectivamente, a las pocas horas de haberse puesto supuestamente de acuerdo los tuareg del Movimiento Nacional de Liberación de Azawad (MLNA) y los radicales islamistas de Ansar Dine (Defensores del Islam) han aflorado entre ellos sus evidentes diferencias . Los primeros abogan por un estado musulmán de corte moderado. Los segundos apuestan por imponer la aplicación firme de la «sharía» (ley islámica), como les ha instado el jefe de Al Qaida del Magreb Islámico (AQMI), el argelino Abdelmalek Droukdel, en un comunicado emitido por vídeo la semana pasada.

La unión en armas de tuaregs y yihadistas contra el poder central de Bamako, capital del país, no haya sido suficiente para salvar la formación ideológica del nuevo estado de Azawad. Pero el hecho de que ambos hayan suplantado a la autoridad legítima en el norte de Malí supone una seria amenaza para Bamako y la seguridad regional .

En todo caso, los yihadistas, apoyados por terroristas de Al Qaida del Magreb Islámico (AQMI) y algunas de sus franquicias de la zona como Mujao -el grupo que retiene a dos cooperantes españoles-, llevan la voz cantante frente a los tuareg, entiende Sidibe. Líderes de Ansar Dine, AQMI y Mujao se han reunido a principios de esta semana en Tumbuctú para estrechar lazos, según France Presse.

El presidente de turno de la UA, el beninés Thomas Boni Yayi, ha propuesto como posible solución una fuerza africana de paz bajo el paraguas de la ONU . El presidente francés, François Hollande, que se ha entrevistado en París con Boni Yayi, ha propuesto a los países africanos que acudan al amparo del Consejo de Seguridad. El ministro de Exteriores, Laurent Fabius, descarta que en esa fuerza participara Francia directamente , lo que de, alguna manera, da a entender que, como otros países, podrían dar apoyo logístico a los militares sobre el terreno.

La propuesta de misiones extranjeras ha sido hasta ahora rechazada por los propios malienses. «Esa debería ser la última opción» , opina el presidente del Alto Consejo de Malienses en España. «No me gustaría que ocurriera porque esas fuerzas de paz destruyen más que construyen». Sidibe cree que los militares malienses, esos que han sido derrotados en el norte por los tuaregs y los yihadistas y que para tratar de solucionar la crisis dieron el golpe de estado el 22 de marzo , deben recibir ayuda exterior y ser ellos los que afronten el problema.