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Muere de un tiro una limpiadora en un atraco a un banco en Toledo

La víctima iba a jubilarse el próximo septiembre al cumplir los 65 años

Muere de un tiro una limpiadora en un atraco a un banco en Toledo ANA PÉREZ HERRERA

MANUEL MORENO

SANTA CRUZ DEL RETAMAR

María Mercedes Martín Cabrera iba a jubilarse el próximo mes de septiembre al cumplir 65 años, después de toda una vida trabajando. Pero ayer Mercedes murió de un disparo por arma de fuego a manos de tres atracadores, instantes después de que la mujer llegara a la oficina de la Caja Rural Castilla-La Mancha de Santa Cruz del Retamar (Toledo). La víctima era la mujer de la limpieza de la sucursal, en la que llevaba realizando el mismo trabajo durante los últimos treinta años y continuando así la labor de su madre, según contaron los vecinos.

Los hechos ocurrieron sobre las ocho de la mañana en este pueblo de 3.000 habitantes, situado a 65 kilómetros de Madrid por la autovía A-5. Tres atracadores armados se apostaron en las inmediaciones de la sucursal financiera, a la espera de que llegaran los trabajadores de la oficina, ubicada en la calle del Generalísimo, justo detrás del Ayuntamiento.

Las primeras personas en aparecer fueron la directora de la entidad y una de las dos empleadas. Los ladrones, encapuchados, aprovecharon para entrar en la caja de ahorros amenazando a las dos mujeres. Poco después, la segunda trabajadora y un director comercial se personaron en la oficina. Los atracadores maniataron y encerraron a los cuatro trabajadores en una habitación. Seguidamente llegó Mercedes, que vivía a un centenar de metros de la sucursal, concretamente en el número 10 de la calle del Cardenal Cisneros. Pasaron unos segundos hasta que los empleados oyeron descerrajar un disparo. Era el tiro que acababa de matar a Mercedes, madre de una hija, Marta Fernández, de 34 años y periodista de profesión, que ahora está en paro.

Antes de marcharse, los ladrones intentaron abrir la caja fuerte, pero el retardo del sistema de seguridad no les permitió llevarse lo que hubiera dentro. Sí pudieron robar una pequeña cantidad de dinero de caja, aunque se desconoce la cuantía.

«Como nuestra»

La Guardia Civil montó rápidamente la «operación jaula», lo que permitió detener a uno de los presuntos atracadores, de nacionalidad española, en la cercana localidad de Fuensalida, a 17 kilómetros de Santa Cruz del Retamar. El individuo viajaba solo en un vehículo. Los otros dos autores lograron huir.

Mercedes, que trabajaba para la empresa de limpiezas «Eulen», era considerada como una empleada más en la oficina. El presidente de la Caja Rural Castilla-La Mancha, Andrés Gómez Mora, estaba indignado por el suceso. «No hay ningún derecho ni justificación para arrebatar la vida a una persona que sentíamos como nuestra», dijo a Efe.

La víctima era una persona muy querida en el pueblo, donde el crimen ha causado una gran consternación y el Ayuntamiento ha decretado tres días de luto oficial. Algunas vecinas se emocionaron al recordar a Mercedes, a la que describieron entre lágrimas como una «buena persona que nunca había hecho daño a nadie». Unas mil personas se reunieron por la tarde en la Plaza de España en señal de protesta por la muerte de su vecina.

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