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ESPACIO

Europa lucha por estar a la altura de la NASA

La Agencia Espacial Europea (ESA) compite con la NASA en la exploración de universo

Europa lucha por estar a la altura de la NASA

ANDER AZPIROZ

Lleva surcando las estrellas 39 años. Y cada vez lo hace con mayor éxito. L a Agencia Espacial Europea (ESA) es por detrás de la NASA y junto al programa ruso el principal actor en la exploración espacial. Actualmente, la ESA está compuesta por 19 países , entre ellos España . Su presupuesto alcanza los 4.020 millones de euros y su plantilla está compuesta por 2.200 profesionales, entre los que se encuentran científicos, ingenieros, especialistas en tecnología de la información y personal administrativo de todos los estados miembros.

Francia y Alemania son los países que más fondos aportan a la agencia, lo que les dar mayor peso en la toma de decisiones. España ocupa el quinto lugar, superada también por Italia y Reino Unido. Según la ESA, su funcionamiento cuesta a cada ciudadano el equivalente a una entrada de cine, cuatro veces menos de lo que desembolsa un estadounidense.

Sus éxitos

Pese a su relativa humildad frente a la NASA, la ESA se ha apuntado algunos tantos importantes . Uno de ellos es la Mars Express , la primera sonda interplanetaria europea. Esta nave órbita alrededor del Planeta Rojo desde 2003. El pasado febrero, los datos captados por su radar permitieron encontrar indicios de que una parte de Marte estuvo cubierta en el pasado por un gran océano. Aunque su misión no ha sido un éxito rotundo. Uno de sus objetivos era lanzar sobre la superficie marciana el aterrizador Beagle II, pero el aparato se perdió durante la operación de descenso.

Junto a la NASA participa también en los logros de la Cassini-Huygens, que además de ofrecer multitud de datos sobre las lunas de Saturno permitió tomar imágenes desde la superficie de Titán.

Un reto es poner en marcha el sistema Galileo, similar al GPS de los EEUU

De cara al futuro cercano uno de los principales retos es poner en marcha el sistema de posición Galileo , alternativa al GPS estadounidense. Para su creación se trabaja en crear una red de satélites que permita fijar un punto en la superficie terrestre con una precisión sin precedentes. Para el próximo año está previsto el lanzamiento de la BepiColombo , una sonda doble que se dirigirá a Mercurio para estudiar el origen del primer planeta del Sistema Solar, su campo magnético o su exigua atmósfera.

Y esta misma semana la agencia anunciaba uno de sus proyectos más ambiciosos: JUICE. Esta sonda tendrá como cometido la búsqueda de rastros de vida en las lunas de hielo de Júpiter, principalmente en Europa. Su lanzamiento está proyectado para 2022.

Junto a estas misiones la ESA cuenta con una flota de satélites que estudian la Tierra y telescopios capaces de mostrar al ojo humano recónditos lugares del universo. Participa activamente en el funcionamiento de la Estación Espacial Internacional y suyos son los actuales cargueros no tripulados con mayor capacidad de transporte.

Sus problemas

Pese a la buena labor que desarrolla la ESA, no son pocos los que opinan que sus esfuerzos podrían dar aún mayores frutos. El estar compuesta por 19 países permite que los esfuerzos económicos se repartan entre los estados miembros. Una misión tripulada a Marte, por ejemplo, solo podría lograrse a corto o medio plazo mediante la cooperación de varias agencias al modelo europeo. Sin embargo, la multipropiedad supone también importantes desventajas. Poner de acuerdo a 19 socios se antoja en ocasiones demasiado complicado. Además, los países que más pagan requieren para sí mayor protagonismo. Disensiones originadas por este motivo son las que han provocado que el sistema Galileo arrastre ya cuatro años de retraso, por ejemplo.

Y pese a sus interesantes proyectos de futuro a la ESA aún le queda mucho camino que recorrer para mirar de tú a tú a la NASA. Nunca ha dispuesto de naves tripuladas para viajar al espacio –aunque EE UU ahora tampoco desde la retirada de los transbordadores- y sus misiones a las lunas de Júpiter o a Mercurio seguirán un camino ya transitado por los estadounidenses. El desafío para la ESA es enorme, del entendimiento entre sus 19 estados miembros podría suponer su éxito o su fracaso.

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