Tragedia en tiempos de la gran depresión
«De ratones y hombres», en el Teatro Español
JULIO BRAVO
Un verso del poema «A un ratón al deshacerle el nido con un arado» , de Robert Burns, le sirvió a John Steinbeck para titular su novela «De ratones y hombres» («Of mice and men»), publicada en 1937. El propio Steinbeck la convirtió en ... obra teatral, que vio la luz en noviembre de ese mismo año en el teatro Music Box de Nueva York. Es una obra que, como explica Miguel del Arco, cuenta «una historia sobre hombres y mujeres que se mueven en el vacilante límite entre la dignidad del ser humano y la animalización. Entre la razón y el instinto. Entre los que luchan para salir adelante y los que se dejan arrastrar por cansancio, incapacidad o agotamiento. Entre los que sueñan y los que, simplemente, duermen».
Miguel del Arco dirige esta nueva versión española que vio la luz hace unas semanas en el teatro Arriaga de Bilbao y que estará en el Teatro Español hasta el 27 de mayo. Fernando Cayo y Roberto Álamo encabezan un reparto que incluye a Antonio Canal, Rafael Martín, Joseán Bengoetxea, Irene Escolar, Eduardo Velasco, Diego Toucedo, Alberto Iglesias y Emilio Buale. Eduardo Moreno firma el espacio escénico, Juanjo Llorens la iluminación, Sandra Vicente el diseño de sonido, Arnau Vilà la música original y Ana López el vestuario.
La obra transcurre en los años posteriores a la gran depresión, y cuenta la historia de George y Lennie, dos amigos (el segundo un gigantón retrasado mental) que van de acá para allá buscando un trabajo con el que subsistir. Es una historia de desheredados —«Steinbeck es el gran escritor de estos seres humanos», dice Del Arco—. La función, añade, «habla de la compasión y del amor, que se desarrolla en un mundo hostil en el que los personajes no tienen ningún interés en entender a los demás. Transcurre, y aquí hay enormes paralelismos con nuestros tiempos, en una época en la que todo es hostilidad, explotación de los trabajadores, jornadas interminables».
Steinbeck, sigue el director, «pone la lupa sobre una serie de personajes muy particulares». Es un mundo de hombres en el que tan solo hay una mujer, «a la que ni siquiera le da un nombre: es la mujer de Lennie. Todos la ven como una puta, pero ella en realidad no tiene más que una necesidad de hablar, de relacionarse». Irene Escolar es esa mujer , y recurre a Eduardo Galeano para explicar este texto, del que dijo que es una historia «de imaginación y coraje, que demuestra que el nivel de solidaridad es inversamente proporcional al nivel de ingresos, y que el fuego que verdaderamente calienta es el que viene de abajo».
Miguel del Arco ha encontrado humor en esta tragedia de «final terrible». «Hay situaciones hilarantes –explica el director, autor junto a Juan Caño de la versión—, sobre todo en la relación entre George y Lennie. Hemos hecho hincapié sobre ella y sobre ese humor para explicar mejor la empatía entre ambos personajes; Lennie, que tiene el cerebro de un niño de siete años, tiene la capacidad de hacer cambiar a George su punto de vista, porque habla con esa lógica que solo tienen los niños».
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