Los islamistas lideran la rebelión tuareg en Malí

Aunque todavía no hay noticias muy precisas sobre la identidad e ideología del movimiento tuareg, testigos citados por la agencia Afp afirmaban que milicias islamistas y los salafistas de «Ansar Din» , grupo armado del jefe tuareg Iyad Ag Ghaly , avanzaban al frente de los insurgentes. Al grito de «Alá Akbar» (Dios es grande) entraron en la ciudad de Gao donde destruyeron varios establecimientos de bebidas. Junto a los rebeldes combaten también militantes de Al Qaida en el Magreb Islámico que han encontrado refugio en la región tuareg.

La Junta militar que derrocó el pasado 22 de marzo al Gobierno civil de Amadou Toumani Touré justificó su golpe por la incapacidad del anterior Ejecutivo para hacer frente a la rebelión tuareg. La acelerada caída de prácticamente todo el nordeste del país en manos de los rebeldes pone a los golpistas en una situación muy apurada. Deben hacer frente, por un lado, al creciente pánico de la población maliense y, por otro, a las presiones de los países de la Comunidad Económica de los Estados de África del Oeste (Cedeao), que habían amenazado a los militares con un embargo financiero y comercial si no se restablecía de inmediato el orden constitucional.

Pero los países vecinos de Malí ya no están tan preocupados por la toma del poder por los militares como por el riesgo de desestabilización regional que podría provocar el triunfo de la sublevación tuareg. Su movimiento secesionista no solo se limita a Malí, sino que se extiende también por Argelia, Níger y Burkina Faso.

«Hemos pedido a la comunidad internacional que nos apoyen, que apoyen a Malí. El objetivo es preservar por encima de todo la integridad territorial de Malí», explicó el presidente de Costa de Marfil, Alassane Ouattara, presidente en ejercicio de la organización del oeste de África, informa Afp.