BMW

Mansory Lamborghini Aventador, radical

Para gustos extremos, el preparador Mansory, habitual de firmas de relieve como Rolls-Royce, se atreve en esta ocasión con el radical Aventador, que convierte en opulento a golpe de carbono.

e.c.
madrid Actualizado: Guardar
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Mansory «ha metido mano» al Lamborghini de producción más moderno, el Aventador, y lo ha hecho aplicándole mayor abundancia de uno de los elementos constructivos más resistentes y a la vez ligeros: la fibra de carbono.

El resultado es el Mansory Lamborghini Aventador, una criatura extrema, singular y a la vez radical equipada con nuevos elementos aerodinámicos de este material perfectamente ultimados, entre otros nuevas entradas frontales de aireación optimizadas (refrigeran aún más el equipo de frenos). También en el frontal hay un nuevo borde inferior que incrementan el empuje vertical y luces de marcha diurnas LED.

Por su parte, aletas delanteras y capó son de nueva creación. La anchura del vehículo se incrementa en 40 y 50 mm delante y detrás, respectivamente, y de igual modo se añaden nuevos estribos laterales con entradas de aire directamente enfocadas a los frenos traseros, un difusor integrado en el faldón trasero más prominente y un techo, nuevamente de carbono, que reduce peso y centro de gravedad.

Mecánicamente se retoca la gestión mecánica del propulsor, recordemos, un enorme 6.5 V12 aspirado situado en posición central longitudinal que una vez convenientemente puesto a punto queda en 754 CV/750 Nm, suficientes para completar ahora el sprint hasta 100 km/h en 2,8 segundos, saliendo de parado, y de paso alcanzar unos escalofriantes 355 km/h de velocidad máxima.

Equipadas con incrustaciones de carbono, sus llantas privativas de 21 pulgadas se combinan con cubiertas específicamente deportivas de medidas 255/30 y 345/25, en los ejes anterior y posterior. Ya en el interior, programa de personalización una vez más con abundancia del frío y técnico carbono en distintos puntos, un deportivo componente, propio del mundo de las carreras, que en este entorno se combina con el cuero de los asientos y el salpicadero (con un tratamiento que al parecer otorga una inusual suavidad), con pespuntes artesanales, o el pedalier de aluminio antideslizante ultimado por el preparador.

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