España y Alemania, una asociación con potencial de futuro

La interlocución política entre nuestros países es estrecha, no solo a nivel bilateral sino también a escala europea e internacional. Nuestras relaciones se han afianzado precisamente en tiempos difíciles. Esto vale tanto para el apoyo alemán a la transición de España a la democracia y su adhesión a la Unión Europea como asimismo para el apoyo español a la reunificación alemana, por el cual estamos muy agradecidos.

En el ámbito cultural los Institutos Goethe de Madrid y Barcelona promueven los intercambios y el aprendizaje de la lengua alemana en cooperación con entidades españolas. Nueve colegios alemanes y dos escuelas profesionales alemanas no solo enriquecen la oferta educativa en España sino que son importantes lugares de encuentro intercultural. Casi 2.000 acuerdos de cooperación entre universidades alemanas y españolas ponen de manifiesto la estrecha cooperación existente en el ámbito universitario, que cuenta con el patrocinio del Servicio Alemán de Intercambio Académico (DAAD). Entre los pilares de dicha cooperación también destaca, junto a la Fundación Alexander von Humboldt, el Instituto Arqueológico Alemán, que lleva muchas décadas estudiando los vestigios del pasado en colaboración con especialistas de España y el Norte de África.

La ancha base cultural y educativa de nuestra cooperación tiene su correlato en la economía. Para nosotros España no es únicamente un importante socio comercial sino también una plataforma privilegiada de producción y exportación. Cerca de 1.100 empresas alemanas están presentes en España y han contribuido a la creación de unos 350.000 puestos de trabajo directos .

Actualmente nos enfrentamos a grandes retos. La crisis de la deuda pública nos ha mostrado drásticamente las carencias de las estructuras europeas. Todos nosotros y la propia Unión Europea en su conjunto nos hemos visto confrontados con una dura prueba de resistencia. Aunque todavía no hayamos dejado definitivamente atrás la crisis, sí se puede afirmar que Europa ha dado la talla: la solidaridad europea ha funcionado bien. Mediante la creación de un fondo de rescate europeo hemos demostrado solidaridad financiera para combatir la crisis de manera directa e inmediata. Con el pacto fiscal vamos a inaugurar un nuevo capítulo en la andadura de Europa. El hecho de haber asumido de consuno el equilibrio presupuestario consagrándolo en un tratado es un paso importante en la senda de la integración europea y una pauta correcta para avanzar en la línea de «más Europa» y hacia una Europa mejor. En el marco del pacto fiscal nos hemos comprometido a cumplir reglas concretas para estabilizar nuestros presupuestos de forma duradera y evitar en adelante derivas peligrosas. Y hemos acordado trabajar para potenciar la competitividad de nuestras economías nacionales por medio de reformas y de ese modo aumentar el crecimiento y el empleo. Con ello hemos marcado el camino. El rumbo está decidido. Ahora es preciso materializar paso a paso esa estrategia con firmeza y medidas concretas.

Europa es hoy más que nunca un proyecto de futuro. Solo podremos acometer con éxito las grandes transformaciones y retos de nuestro tiempo convirtiendo a Europa en una fuerza global. Ello es así no solo en el terreno económico sino también en el terreno político. Europa no es solo un mercado interior y una unión monetaria, sino también una comunidad de cultura y valores. No queremos afianzar nuestros intereses únicamente como potencia económica sino que también queremos realizar una contribución europea al futuro orden mundial.

España se cuenta entre los principales valedores de la profundización de la integración europea y para nosotros es un socio indispensable en la articulación del futuro de Europa. Esto vale tanto a nivel político como económico. Con su ambicioso programa de reformas el Gobierno español ha dejado constancia de la seriedad de su empeño por la estabilización presupuestaria . El Gobierno de España fue uno de los primeros en incluir el techo de gasto en la Constitución. Contamos con España en nuestros esfuerzos comunes por crear una Europa más fuerte y más competitiva, cuya voz siga siendo escuchada en el futuro a nivel mundial.