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Salvaje ataque antisemita en Francia

Tres niños y un profesor judíos mueren en lo que se sospecha sea la acción de un grupo neonaziEl arma fue la misma que la empleada enel reciente asesinatode tres militares

Salvaje ataque antisemita en Francia afp

JUAN PEDRO QUIÑONERO

Todas las escuelas de Francia guardarán hoy unos minutos de silencio, en recuerdo y homenaje a las víctimas de la matanza de la escuela judía de Toulouse perpetrada ayer, con un saldo de cuatro muertos, tres estudiantes y un profesor. Nicolas Sarkozy , presidente de la república, lo calificó de «tragedia nacional», obra, según las primeras indagaciones, de uno o varios militares próximos a grupúsculos neonazis .

Hacia las ocho y media de la mañana de ayer, un hombre joven se detuvo frente a la puerta de la escuela Ozar Hatorah, en el barrio de Jolimont de Toulouse, cuando padres, alumnos y profesores comenzaban a entrar en el establecimiento.

Pertrechado de un arma de calibre 11.43 mm. el hombre que había llegado en una moto T-Max Yamaha comenzó a disparar contra todo el mundo de forma indiscriminada. Michel Valet, fiscal del Tribunal de Toulouse, describe la escena de este modo: « Tiró contra niños y adultos. Persiguió a algunos niños hasta el interior de la escuela. Hubo cinco víctimas. Tres niños y un hombre murieron a tiros. Un adolescente de 17 años fue herido gravemente». Los muertos son un profesor de hebreo y religión, de 30 años, sus dos hijos, de 6 y 3 años; y una niña de 8 años.

Primeras pistas

La noticia estalló como un inmenso incendio nacional. El Ministerio del Interior movilizó de inmediato a más de 200 policías. Rápidamente se confirmó una doble pista. El arma usada por el criminal de la escuela Ozar Hatorah era la misma usada, días pasados, para asesinar a tiros, con la misma frialdad, a tres paracaidistas de origen magrebí, el 11 y 15 de este mismo mes de marzo, en Toulouse y Montauban.

Varias fuentes concordantes confirman otra pista: la moto T-Max Yamaha en la que huyó el criminal de la escuela judía de Toulouse ya estaría fichada por pertenecer a unos antiguos militares del 17 Regimiento de Ingeniería de Paracaidistas de Montauban , algunos de los cuales habrían sido identificados como militantes o simpatizantes de movimientos neonazis. Incluso se habrían fotografiado con banderas con cruces gamadas.

El coronel Michel Esparsa, oficial del 17 Regimiento de Ingeniería de Paracaidistas de Montauban, habría presentado una denuncia judicial contra esos militares o exmilitares neonazis , sin que la instrucción judicial haya dado mucho resultado, hasta ahora, tras la sucesión de tres matanzas racistas en una semana.

Pero no todos los expertos en balística comparten esa pista. Habla Benoît Ebel, especialista en armas del sindicato de policía Synergie-officiers: «El arma utilizada fue un arma reglamentaria en el Ejército norteamericano durante los años 80 del siglo pasado. Hoy circulan unos 3 millones de ejemplares de ese tipo de pistola. Pero, hoy por hoy, es un tipo de arma que solo interesa a coleccionistas y tiradores deportivos».

Tras la conmoción moral, la matanza de la escuela judía se transformó en una gigantesca toma de conciencia de un problema de inmenso calado. Acompañado de sus ministros del Interior y Educación, Nicolas Sarkozy habló de una «tragedia nacional», comentando: « El asesinato de niños en una escuela no puede quedar impune. Las escuelas rendirán homenaje a los muertos. Los culpables pagarán su crimen. El Estado es más fuerte que la locura criminal».

Conmoción en la campaña

Todos los líderes políticos nacionales, en campaña presidencial, suspendieron inmediatamente sus mítines y actos electorales.

François Hollande , socialista, comentó: «No se trata de un atentado contra una escuela judía, contra unos niños judíos. Se trata de un crimen contra toda Francia. Nuestra respuesta debe ser colectiva, común».

Marine Le Pen, candidata del Frente Nacional (extrema derecha), declaraba: «N uestra solidaridad debe ser completa con las víctimas».

Desde hace años, los suburbios de las grandes ciudades francesas suelen hacerse eco de las tragedias de Oriente Próximo. Y viceversa: las llamaradas racistas en Francia tienen siempre ecos inflamables en los países árabes , como consecuencia de la importancia excepcional de la inmigración árabe, musulmana y judía, a ambas orillas del Mediterráneo.

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