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Otras tres provincias argentinas retiran las licencias a Repsol YPF

«Financial Times» asegura que Argentina necesita a la compañía española, que es «víctima de disputas políticas»

CARMEN DE CARLOS

Tres provincias argentinas se han sumado a la embestida contra YPF Repsol. A mediados de semana fue la retirada de cuatro licencias de explotación en yacimientos de las patagónicas Chubut y Santa Cruz. Ayer, amenazas de idéntico tenor, se hicieron públicas en localizaciones de Mendoz a (noroeste de Buenos Aires), Neuquén (al sur) y La Pampa (centro). En total son cinco los gobernadores, alineados al Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, que han roto o están en proceso de ruptura, unilateralmente, de los contratos con la compañía que preside Antonio Brufau . El argumento que esgrimen –y la compañía rechaza– es la ausencia o escasez de inversión que, según el eEjecutivo argentino, desemboca en la actual crisis energética.

En este escenario, de enorme tensión, el ministro de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios, Julio De Vido , declaró que «YPF no es del Estado español, es una empresa argentina con accionistas españoles» y añadió, «es un error confundir los intereses de España con los de Repsol y menos con los de YPF». El ex hombre fuerte del difunto Néstor Kirchner , salía al paso de este modo a las declaraciones del ministro Soria , desde España, donde defendió que «los intereses de YPF son los de Repsol y los de España».

Fuegos de artificio, según «FT»

La petrolera, una vez más, anunció que recurrirá la justicia cuando sea oficialmente notificada. Al hilo de este asunto el periódico Finantial Times publicó ayer un editorial en el que sostenía que YPF Repsol se ha convertido en «víctima» de las disputas políticas de Argentina y consideraba el conflicto más cercano a fuegos de artificio que a una expropiación. Las razones son que, «el país no puede afrontar las inversiones cercanas a 22.000 millones de dólares anuales» necesarios para el desarrollo de yacimiento que permitan obtener 22.000 millones de barriles de gas y crudo no convencionales.

En definitiva, el FT consideraba que, pese a que YPF es «el malvado perfecto « para Cristina Kirchner, «ambas partes tienen incentivos para alcanzar acuerdos» y la sangre no llegará al río. Dicho de otro modo, Brufau «puede desear aprender a bailar el tango», con tantas vueltas y giros, pero, a «largo plazo las operaciones de Ypf se mantendrán en pie».

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