Diez años del «Centenariazo»

Nadie daba un duro por el Deportivo de La Coruña y menos jugando en Chamartín, preparado para una fiesta que acabó en decepción absoluta . Acudía la segunda versión del Súper Depor , renovado el espíritu de Arsenio Iglesias con Javier Irureta en el banquillo, y esa noche de marzo se recuerda como una de las más bonitas de la historia del club coruñés .

Irureta clasificó al equipo para Europa en su primer año, ganó la Liga en su segunda campaña (1999-2000), se proclamó campeón de la Supercopa, colocó al Deportivo en el planeta Champions y logró, contra todo pronóstico, la Copa de 2002 en el Bernabéu. «Fue una gran gesta» , recuerda el técnico.

Antes del descanso de aquel 6 de marzo, el Deportivo había congelado el Santiago Bernabéu con los goles de Sergio y Diego Tristán . Contrariamente a lo que se pensaba, el hecho de jugar la final en casa perjudicó más al Real Madrid, que sólo fue capaz de reducir distancias en el segundo tiempo con el tanto de Raúl. Fue insuficiente y el Deportivo acabó alzando la Copa (1-2) y dando la vuelta de honor en el Bernabéu. Además, la plantilla blanquiazul celebró el título en el restaurante que el Real Madrid había reservado para la ocasión.

El Deportivo había dejado en el camino al Marino de Luanco, la Cultural Leonesa, L'Hospitalet (no se presentó porque el club coruñés se negó a jugar en césped artificial), el Valladolid y el Figueres antes de llegar a la cita del Bernabéu . Ahí les esperaba la gloria en una noche mágica.